Fue un error del Gobierno nicaragüense creer que el diálogo con el sector privado sería suficiente para evitar que la iniciativa de Ley Nica Act prosperara en Estados Unidos, y es una acción “populista” buscar cobrar una indemnización de 17 mil millones de dólares a esa potencia cuando la administración orteguista sabe que fue una decisión como Estado nicaragüense renunciar a esta hace dos décadas. Ambos puntos los señala el analista político Félix Maradiaga, para sostener que la estrategia del Gobierno “fracasó” para evitar el avance de la Nica Act.
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“Es importante recordar que los mecanismos para evitar la Nica Act siempre estuvieron en Managua”, resalta Maradiaga.
El jueves pasado la iniciativa de Ley Nica Act avanzó en el Comité de Relaciones Exteriores del Congreso estadounidense, y de llegar a convertirse en ley haría que Estados Unidos se oponga a todo crédito en los organismos internacionales que haga el presidente designado por el poder electoral, Daniel Ortega.
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Como reacción se anunció el inicio de acciones legales para reclamar una indemnización de 17 mil millones de dólares a Estados Unidos por un fallo de la Corte Internacional de Justicia por daños durante la guerra en la década del ochenta, a pesar que en 1991 el Gobierno de Nicaragua renunció a ese reclamo.
“(Es una decisión de) populismo completamente… el Gobierno de Nicaragua tiene el derecho de hacer el reclamo, pero es muy difícil que sea tomado en cuenta porque fue el Estado de Nicaragua a través de una derogación de una ley, la que desistió de reclamar esa indemnización”, valoró.
Maradiaga detalla que “la estrategia del comandante Ortega” para detener la Nica Act falla porque no sirvió el mensaje de que perjudica al sector privado, tampoco que el empresariado hable que el acuerdo con el Gobierno facilita las inversiones.
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El “injerencismo”
No le extraña al analista Félix Maradiaga que el Gobierno use el discurso de “injerencismo” contra todo respaldo de la Nica Act. “Sí es cierto que Estados Unidos tiene una historia de injerencismo en Nicaragua y eso tiene una connotación emocional fuerte mediáticamente, pero esta estrategia también falla”, afirma.
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