Que un recién nacido reciba la leche materna puede hacer la diferencia en el nivel de riesgo que este tenga ante padecimientos como reflujo gastroesofágico, cólicos o estreñimiento, que son algunas de las enfermedades más comunes que afectan al bebé durante los primeros 28 días de vida, explicaron médicos que participaron del primer Simposio de alergia y nutrición infantil, desarrollado por el Servicio de Pediatría del Hospital Vivian Pellas.
Según el pediatra neonatólogo, Fernando Mora Báez, a pesar que las fórmulas de leche se han mejorado, estas no reemplazan la leche materna que debería tomar el bebé.
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Mora Báez distingue dos casos, el bebé que nace prematuro, que debido a su mismo estado se convierte en su problema principal y está propenso a enfrentar problemas respiratorios y de alimentación por su misma inmadurez.
El otro caso corresponde a los bebes que nacen en su tiempo, durante los primeros 28 días pueden presentar ictericia (coloración amarillenta de la piel) además de enfermedades por procesos de tipo infecciosos.
“Dependiendo de los virus que estén circulando tenemos la presencia del Norovirus que nos está produciendo bastantes problemas de tipo diarreico, por otro lado, estamos con los problemas alérgicos que se desatan”, expresó Mora.
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