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Benjamín Alegría está en la mejor temporada de su carrera. LA PRENSA/ARCHIVO

Benjamín Alegría ha crecido y los Dantos lo aprovechan para consolidarse

Los Dantos no serían tan buen equipo sin Benjamín Alegría, quien se ha convertido en un peligro con el madero y ha estabilizado el cuadro interior.

Aunque en algunos momentos, la manopla de Benjamín Alegría comprometió partidos de los Dantos, también es cierto que su bate y el resto de sus habilidades, salvaron una cantidad enorme de desafíos para la tropa del Ejército.

Para decirlo pronto, los Dantos no serían tan buen equipo, como lo son ahora, sin Alegría, el chavalo de 20 años que se ha convertido en un peligro constante con el madero, mientras estabiliza el cuadro interior del conjunto.

Alegría viene de batear para .330, con 116 hits en 352 turnos, 23 dobles, tres triples y nueve jonrones. Remolcó 58 carreras y anotó 65. Tuvo .385 de porcentaje sobre las bases, lo que indica que cumplió su labor como primer bate.

Lea además: Benjamín Alegría estuvo firmado por los Rojos de Cincinnati

“La verdad es que estoy muy contento con el año que tuve. Estoy agradecido con Dios por lo que me ha regalado y espero seguir trabajando duro para mejorar cada año”, señala Alegría, firmado por Cincinnati hace tres años.

Precisamente su paso por Republica Dominicana con los Rojos, es probablemente una de las razones por las que Benjamín dio un salto grande en su juego. Durante su estadía, tuvo .271 de promedio (362-117) antes de ser dado de baja.

“El sistema de trabajo es muy diferente. Son muchas horas de práctica, se enfatiza en lo que fallás, se trabaja en el detalle, en la técnica, y se deja de hacer, hasta que ha sido superada la dificultad”, señala el torpedero capitalino.

Falta madurez

En medio de la alineación de los Dantos, uno de más poderosas del país, el bate de Alegría se hace notar. Sus contactos son muy sólidos y aunque aún le falta madurez física, parece que será capaz de generar poder también.

“Por ahora tengo que trabajar más que todo en la defensiva, sin descuidar el bateo, pero en una posición como la que juego (shorstop) la defensa es determinante. Así que espero poco a poco mejorar cada día”, asegura.

Junto a Ofilio Castro (tercera), Holman Miranda (segunda) y Ronald Garth (primera) los Dantos esperan tener con Alegría en el short, un cuadro interior solvente y duradero, el que además de defender, truene con el bate.

“Aún tengo mucho que aprender y debo seguir trabajando duro, pero la verdad no esperaba un año tan bueno como el que tuve y mi deseo ahora, es mantener y mejorar ese nivel”, dice el jugador, aún en etapa de construcción.

Detalles

Benjamín Alegría nació en Managua un día como ayer (6 de agosto) de 1997. Tiene 20 años, 5’10 pies de estatura y 175 libras.

Es hermano de Kenny Alegría, segunda base de los Indios del Bóer, equipo que intentó firmarlo ante del inicio de la actual temporada.

Debutó en Primera División en 2014 con los Dantos y bateó .222, antes de subir a .306 en el 2015 y firmar luego con los Rojos.

En 2016 no jugó a nivel local y resumió .282 con los Rojos, antes de ser dejado libre. Este año, subió a .330, su mejor desempeño.

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