El Banco Mundial (BM) señaló que es “crucial” impulsar reformas que no solo mejoren la posición financiera del Instituto Nicaragüense de Seguridad (INSS), sino también que apuesten a una ampliación de la cobertura de este, dado que hasta el año pasado solo el 29.2 por ciento de la fuerza laboral estaba cotizando y las perspectivas demográficas futuras no parecen favorecer la sostenibilidad de este instituto.
“Se espera que los cambios demográficos afecten aún más las finanzas del INSS, que si se deja de abordar, podría resultar en un drenaje de los recursos fiscales”, dice.
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En caso de que no se apliquen medidas que conduzcan a la sostenibilidad de las finanzas del INSS, el Ejecutivo se podría ver obligado a recortar el gasto en Educación y aumentar fuertemente el de Salud para hacer frente al incremento en la demanda de este servicio por parte de los asegurados y pensionados, consideró el organismo en su Diagnóstico Sistemático de País, un documento que servirá de base para definir el nuevo programa financiero con el Gobierno.
Alta informalidad
“La limitada cobertura de la fuerza de trabajo debido a los altos niveles de informalidad en los mercados laborales y los cambios en curso en las tendencias demográficas plantean desafíos importantes”, indica.
Y es que según el Banco Mundial a medida que la población se ha venido envejeciendo, cuya velocidad se acelerará en los próximos años, la proporción de empleados que contribuyen al pago de una pensión también se ha reducido. Por ejemplo, indica que mientras en 2008 al menos 5.7 trabajadores apoyaban el pago de prestaciones de un jubilado en 2016 esta se había reducido a 4.4 contribuyentes por pensionista.
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Esta reducción coincide con la creciente oleada de personas que se están incorporando al mercado laboral, pero que no logran conseguir un empleo formal y por consiguiente se refugian en el subempleo, donde hay salarios precarios.
“Se espera que la caída de las tasas de fertilidad y el aumento de la esperanza de vida de la población general continúen ejerciendo presión en el sistema”, precisa, según el diagnóstico.
Presión sobre el INSS se ve venir
Tal es la magnitud de presión a la que se someterá el INSS en los años venideros, es que según las proyecciones que recoge el estudio del Banco Mundial, con el aumento de las contribuciones que habrá de aquí hasta 2045 solo se podrá compensar el 24 por ciento del incremento que habrá en este período en el gasto del INSS, principalmente en el pago de pensiones.
Las cifras oficiales indican que mientras las contribuciones sociales han aumentado aproximadamente 3.5 por ciento del PIB en 2006 a 5.3 por ciento del PIB en 2015, el gasto total creció a un ritmo más rápido, pasando del 2.8 por ciento del PIB en 2005 a 5.8 del PIB en 2015.
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Esta urgencia que plantea el Banco Mundial de hacer reformas al INSS también ha sido señalada por el Fondo Monetario Internacional, pero hasta la fecha el Gobierno en un año electoral municipal no ha abierto el debate sobre qué reformas impulsará para lograr la sostenibilidad del instituto, del cual dependen directamente más de un millón de nicaragüenses, entre cotizantes y pensionados.
Dinero de cotizantes
El especialista en temas de Seguridad Social, Manuel Israel Ruiz, señala que precisamente por las proyecciones que hace tanto el Fondo Monetario Internacional como el Banco Mundial sobre las finanzas de este instituto “el Seguro Social no puede seguir gastando más de lo que recibe” y de ahí la importancia que se cuide incluso la calidad de las inversiones que se están haciendo con el dinero de los cotizantes.
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Ruiz insiste en que el Estado debe asumir en enero del próximo año cuatro responsabilidades: el pago de las pensiones reducidas, el pago de las pensiones especiales, el pago del 0.25 por ciento sobre los cotizantes totales y seguir pagando su deuda histórica de 500 millones de dólares, pero con una tasa de interés de cinco por ciento anual y no de dos por ciento anual.
Baja cobertura
Según el Banco Mundial, aunque la cobertura de la Seguridad Social ha crecido en los últimos años, esta sigue siendo de las más bajas y desiguales en América Latina y el Caribe. La proporción de empleados de 15 a 65 años que contribuyen al Sistema de Seguridad Social aumentó en un 45 por ciento en los últimos diez años, de 18 por ciento en 2005 a 26 por ciento en 2014.
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Además la proporción de ancianos que estaban cubiertos por las pensiones en Nicaragua se duplicó con creces, pasando del 10 por ciento en 2005 al 23 por ciento en 2014. “Sin embargo, la cobertura en 2014 era aún menos de la mitad de la cobertura en Costa Rica y Panamá y la cobertura entre los más favorecidos era más del doble de la cobertura de los menos acomodados en 2014”, advierte el Banco Mundial.
Crece déficit
El déficit del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social hasta mayo de este año había incrementado 1,587 por ciento, al cerrar el período con un hueco por 414.8 millones de córdobas frente al superávit por 27.9 millones de córdobas del año pasado en igual período.
El economista Adolfo Acevedo considera que si el INSS mantiene su tendencia actual, el déficit podría superar los 2,200 millones de córdobas superior a los 1,784 millones de córdobas estimados por el FMI.
(Con la colaboración de Gisella Canales).