Si a través de las gestiones de la Federación Nicaragüense de Boxeo (Feniboxa), Nicaragua logra enviar a los boxeadores Ángel Jarquín (56 kilogramos) y Dirk Wells (+91) al Campeonato Mundial de Boxeo Élite de Alemania, a celebrarse del 23 de agosto al 3 de septiembre en Hamburgo, se estaría frente a un hecho sin precedentes. Histórico.
En los últimos dos años, el equipo nacional ha ido en ascenso, y a estas alturas, no solo se toma como referencia al veterano Osmar Bravo, quien ganó un combate en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, sino a la nueva generación que trabaja para representar los colores nacionales en eventos en el extranjero.
“Clasificar al Mundial es algo por lo que había trabajado, lo anhelaba, y después de conseguirlo me he sentido muy contento, con ganas de trabajar y de sobresalir”, dice Jarquín, quien fue el único nicaragüense que por la vía del combate compró su avance en el Continental de Honduras a principios de junio.
La historia de Wells, instalado ahora de cara al evento más importante de su vida, desde su reciente incorporación a la tropa nacional en el mes de febrero, es distinta: el campeón americano, el cubano José Laurdet, sufrió una lesión y en su lugar AIBA (Asociación Internacional de Boxeo Aficionado) lo solicitó.
“Nunca esperé que se diera esto. Todas las mañanas trabajo con todo el equipo, corremos, por la tarde hacemos gimnasio, para ir mejorando. Lo estoy dando todo para hacer mi mejor papel”, apunta Wells, originario de la Costa Caribe.
A las puertas del evento mundial, Feniboxa gestiona patrocinios para que ambos seleccionados puedan asistir a la cita.