En el primer nivel B de la escuela Tulia C. Barquero, la clase la imparten los títeres del tío Coyote y el tío Conejo. Ambos explican a los niños la importancia de asistir a clases, cómo comportarse dentro de las mismas y la forma de adaptarse mejor a este nuevo ambiente escolar.
Todo esto es parte de la estrategia de adaptación creada por la profesora Margine Vargas, quien desde hace cinco años es docente de primer nivel en este centro y vio en el teatro de títeres una forma de ayudar a los niños que llegan por primera vez a la escuela.
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“El primer nivel es muy duro para el padre de familia, el docente y los niños, es un momento traumatizante para ellos (los niños) que llegan por primera vez a la escuela, por el apego que tienen al hogar y sus padres, por lo tanto nosotros (los maestros) debemos estar capacitados para conocer a nuestros alumnos y para preparar también a los padres de familia”, explicó.
El proceso de adaptación
Vargas diseñó dicha estrategia luego de ser invitada por el Ministerio de Educación (Mined), a un certamen de innovación y creatividad, cuyo requisito era pensar cómo podía ayudarle a los niños a enfrentar este proceso de transición del hogar a la escuela, concurso que ganó en las etapas municipal y departamental. Ahora espera las nacionales, que serán el 28 de agosto.
La maestra señaló que los títeres les resultan atractivos a sus alumnos y que dicha estrategia ha logrado aumentar el vocabulario de sus estudiantes, así como una mejor dicción y mayor interacción entre ellos y hacia la clase.
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“Ha sido muy bonito, los niños me han enseñado mucho y por ellos yo me esfuerzo, porque siento que ellos necesitan mi ayuda (…). Lo importante es ser maestro constructivista del pensamiento, que nos guste indagar, investigar, docentes con ese don que solo Dios lo puede dar”, reflexionó Vargas.
Por su parte, la directora de la escuela Tulia C. Barquero, Rosa María Salas, mencionó que el éxito de la estrategia con los títeres consiste en la combinación de juego y enseñanza.
“Los niños aprenden jugando y a ellos les gusta ese método de enseñanza, los niños comparten, socializan, en fin, se ha observado que hay calidad educativa con esta estrategia, porque los niños vienen motivados a clase”.
Rosa María Salas, directora de la escuela Tulia C. Barquero.
