En circunstancias diferentes pero igual de violentas, dos jóvenes fueron asesinados en el país. El caso más violento se registró en el municipio de Wiwilí, Jinotega, donde el joven de 23 años, Melvin Elías González Aráuz, fue encontrado en un predio montoso casi decapitado.
Según información preliminar, González salió de su vivienda en la comunidad Plan de Grama el pasado nueve de agosto, con la intención de vender un terreno.
Pero transcurridos dos días y no aparecía, la familia lo buscó en la propiedad de Yainer Martínez, con quien supuestamente se reuniría para consumar el trato.
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Pero al llegar al lugar, Martínez supuestamente les indicó que no lo había visto, aunque se mostró nervioso.
Luis Alfredo González, de 50 años, el papá del occiso, conformó un grupo de búsqueda junto con las autoridades y luego de unas horas, localizaron el cuerpo en la comunidad Flor de Caño.
Se conoció que a pocos metros de su cuerpo estaba una mochila en la que había 20 mil córdobas en efectivo.
La Policía continúa investigando el caso. “Hay que descartar varios factores, si fue un robo o si fue una pasada de cuentas porque todavía había una buena cantidad de dinero al lado del cuerpo”, comentó un agente policial.
En los últimos ocho meses esta es la segunda persona que es decapitada en Wiwilí. El último caso en ese municipio, ubicado a más de 200 kilómetros de la capital, fue cuando José Hilario Olivas Umanzor, de 49 años, decapitó el 26 de diciembre a Oneydi Borge Acuña, de 21 años.
En Managua buscan a dos
Mientras tanto, en la capital, las autoridades buscan a dos sujetos que mataron a balazos al joven Alex Antonio Urbina (24), en el barrio Augusto C. Sandino.
El móvil del crimen se desconoce, pero se presume que lo ultimaron por robarle un celular.
Versiones preliminares indican que la víctima se dirigía a su vivienda en el barrio antes mencionado, pero comenzó a llover. El joven, que laboraba como ayudante de albañil en un proyecto, detuvo su marcha y esperó a que terminara la lluvia.
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Minutos después, dos sujetos se le acercaron con el afán de asaltarlo.
El obrero de la construcción, al percatarse del peligro, habría intentado frustrar el robo, pero los delincuentes le dispararon en la cabeza.
Falleció en el hospital
Una vez que obtuvieron el botín, se dieron a la fuga. Pobladores del sector, al escuchar los disparos, salieron de sus casas y observaron el cuerpo de la víctima.
Mientras intentaban reanimarlo, una ambulancia llegó y lo trasladó al Hospital Manolo Morales, pero minutos después de su ingreso falleció.
Se conoció que la Policía Nacional realizó un rastreo por la zona, pero aún no hay detenidos.
Una fuente policial precisó que manejan los alias de los posibles autores, quienes pertenecen a una pandilla denominada “La Calle Adoquinada”. Urbina sería sepultado este sábado en el cementerio Milagro de Dios.