El Gobierno de Nicaragua lamentó este jueves la muerte del histórico dirigente del Partido Comunista de Argentina, Patricio Echegaray, secretario general de la formación desde 1986, quien falleció en Buenos Aires a los 70 años víctima de una larga enfermedad.
La vicepresidenta designada por el poder electoral y primera dama de Nicaragua, Rosario Murillo, calificó el fallecimiento de Echegaray como una “mala y triste noticia” y destacó que el dirigente comunista argentino fue “un compañero íntegramente solidario, revolucionario a carta cabal”.
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“Fue solidario de manera permanente y crucial con todos los procesos libertarios de América Latina: Cuba, Venezuela, Nicaragua, El Salvador, Bolivia, Ecuador”, señaló Murillo.
Era maestro
“En todo lugar donde se requería de apoyo, de seres humanos íntegros, solidarios, hermanos, complementarios, en las luchas, en los sueños, en el avance hacia el futuro, ahí estaba Patricio”, continuó la dignataria.
Nacido en la provincia de San Juan (oeste), Echegaray era maestro de profesión, por lo que se convirtió en dirigente docente en los setenta.
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Su vínculo con el partido arrancó oficialmente en 1964, cuando ingresó en la Federación Juvenil Comunista, donde, tras el golpe de Estado de 1976, comenzó a cumplir tareas dentro del aparato partidario hasta que en 1980 se convirtió en secretario general de la Juventud Comunista.
También fue dirigente sindical de obreros y empleados del Estado e integró la Dirección de la Confederación General del Trabajo (CGT) del país, actividades por las que fue detenido durante el gobierno de facto de Juan Carlos Onganía (1966-1970).