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Javier López Medina

La sed de los ocotaleños: ¿se podrá saciar?

A finales de los años 70 e inicios de los 80 estuve midiendo el caudal de los ríos Dipilto y Mozonte, con el fin de determinar si con ellos se podía solucionar el problema de desabastecimiento de agua potable a la población ocotaleña.

Han transcurrido cuarenta años y el desabastecimiento de agua, en vez de solucionarse, ha aumentado debido a la disminución de la disponibilidad de agua y al crecimiento de la población, con un desordenado desarrollo de la ciudad de Ocotal, dificultando aún más la distribución del agua existente.

Para satisfacer la demanda de agua potable se requiere de un sistema de abastecimiento que inicia con una fuente segura y que finaliza con la acometida domiciliaria. Es decir, garantizar la fuente y entregar el agua en cada casa, de manera segura, tanto en cantidad como en calidad.

¿Qué sucede con Ocotal? La fuente de abastecimiento ha sido el río Dipilto, cuyo caudal es insuficiente para satisfacer la demanda de los ocotaleños; existe una obra de captación, la cual, debido a la cantidad de sedimentos que le llega y al poco mantenimiento que le presta Enacal, no almacena agua a capacidad; hay una planta de tratamiento y una obsoleta red de distribución, pero sin tener el caudal garantizado, el sistema solo abastece un sector de la población.

Ocotal cuenta con una población estimada en 45,000 habitantes, con una demanda de agua de 88.5 litros por segundo, pero la disponibilidad de agua es escasa y su acueducto presenta serias limitaciones en su capacidad hidráulica y estado de conservación para atender la demanda de la población. De acuerdo con Enacal, en el 2014 se obtuvo una producción media de agua de 83.2 l/seg pero el consumo facturado fue de 58.5 l/seg. La diferencia entre ambas cantidades, 24.7 l/seg (30% de la producción de agua) fueron pérdidas del acueducto.

Estas cifras indican que existe un déficit de agua de 30 l/seg. A esta problemática hay que adicionar que no existe un uso racional en aquellos barrios, que, por su ubicación privilegiada, gozan de un mejor abastecimiento de agua.

Enacal estima que para el año 2036, Ocotal tendrá 85,000 habitantes, con una demanda de agua de 186 l/seg. ¿Cuál será la fuente de abastecimiento de agua?

El Gobierno ha priorizado la búsqueda de soluciones a esta problemática y en algo se ha avanzado: se ha elaborado un programa sobre Gestión Comunitaria en la Cuenca del Río Dipilto que sin duda alguna mejorará la disponibilidad de agua en dicha cuenca. El programa está siendo ejecutado por el Marena; Ineter ha iniciado un programa de vigilancia hidrometeorológica en las cuencas de los ríos Dipilto, Mozonte y Quisulí para determinar la disponibilidad de agua en estos ríos, Enacal explora la posibilidad de abastecer la ciudad de Ocotal con aguas de los ríos Macuelizo, Dipilto, Mozonte, Quisulí y/o San Fernando, pero carece de un conocimiento real de la disponibilidad de agua en estas fuentes, tanto en cantidad como en calidad.

Todas estas iniciativas son necesarias, pero un aspecto que hay que considerar en estos análisis es que algunas comunidades rurales y semirrurales ubicadas en las cuencas de estos ríos utilizan sus aguas para consumo humano; la demanda de agua de las actividades productivas (riego, ganadería, beneficiado del café, etc.) se considera marginalmente, por lo que no se registran en estas cuencas. Estas actividades reducen la disponibilidad de agua para abastecer la ciudad de Ocotal.

Esto pone en duda que la sed de los ocotaleños pueda ser saciada con las aguas de los ríos Macuelizo, Dipilto, Mozonte, Quisulí y/o San Fernando, por ello se plantea la posibilidad de utilizar las aguas del río Coco.

Pero además de la dificultad para identificar un sitio de captación adecuado en este río, existe el problema de que las aguas del río Coco, a la altura de Ocotal, acarrean muchos sedimentos y desechos sólidos, presentando severa contaminación física, química y bacteriológica.

Con un tratamiento adecuado, las aguas del río Coco pueden hacerse potables, pero a un costo muy alto; conducir y potabilizar el agua desde los ríos Macuelizo, Mozonte, Quisulí y/o San Fernando también tiene un costo elevado, lo cual incidirá en la tarifa de agua. ¿Podrán los ocotaleños pagar estos costos? o ¿Enacal subsidiará dichos costos? A mi juicio, no sucederá ni lo uno ni lo otro.

Para mientras se dilucida esto, los amigos de Ocotal seguirán padeciendo de sed.

El autor es Ingeniero Civil, especialista en recursos hidráulicos y en manejo de recursos naturales.

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