Es la 1:00 de la tarde y bajo un sol que aplasta Justin Odaffer da el último retoque a una publicidad de lentes Ray-Ban que ha pintado en los últimos días en una fachada del East Village.
Desde hace siete años este hombre pinta carteles publicitarios en los muros de Nueva York, Los Ángeles o Chicago para Colossal, una empresa que en una década se ha convertido en la referencia de la publicidad pintada en Estados Unidos.
Era preciso tener fe para lanzarse a este mercado prácticamente inexistente en 2004.
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“La tecnología tomaba la delantera y ya no había necesidad de publicidad pintada a mano en esa época. A nadie le importaba. Era caro. Era lento. Nunca sabes cómo va a quedar”, recuerda Paul Lindahl.
Trece años más tarde esta empresa tiene 70 empleados y realiza de 450 a 500 publicidades pintadas a mano, por año.
Renacimiento con “toque moderno”
Ahora bien, las redes sociales sirven de caja de resonancia, alimentadas por selfies y fotos sacadas por transeúntes que multiplican la visibilidad de la marca, señala Lindahl.
Para Cockerill, este renacimiento se debe en parte a un alza en la calidad, con pinturas “más logradas”. El resultado “es mejor que antes” y tiene “un toque moderno”, asegura.
Paul Lindahl, por su lado, cree que el fenómeno se debe al crecimiento del “hágalo usted mismo” (“do it yourself”) y a un vínculo con el arte callejero, más popular que nunca.
¿La publicidad es arte?
¿Se trata la publicidad pintada de una forma de arte, aunque los pintores de Colossal solo llevan a cabo los diseños hechos por los anunciantes? “Es arte”, responde Justin. “Aunque sea una publicidad, es el mismo proceso que otras formas de arte callejero”, dice.
“Pienso que no estaríamos en esta empresa si no hubiéramos comenzado de una manera u otra en el arte callejero”, afirma.
“Simplemente hacen su trabajo”, considera el grafitero BG 183, integrante del colectivo más antiguo de Nueva York aún en actividad, el Tats Cru.
“No veo nada malo en eso”, dice, y confiesa sin vueltas que ya ha pintado obras concebidas por anunciantes, sin modificar nada.