Los placeres, el erotismo y el poder son, entre otros, los ejes claves sobre los cuales giran las historias de la extraordinaria novela Memorias de Adriano, de Marguerite Yourcenar, explica el escritor Anastasio Lovo, uno de los exponentes del Foro Libro que promueve el Pen Internacional, capítulo de Nicaragua.
Este ameno conversatorio sobre la novela Memorias de Adriano, de Marguerite Yourcenar, que buscará desentrañar el controversial mundo de este emperador romano, será moderado por la poeta Gioconda Belli y participarán Michelle Najlis , Anastasio Lovo y Ulises Huete.
La cita es el próximo martes 29 de agosto, a las 6:30 p.m., en el Centro Cultural Pablo Antonio Cuadra de Hispamer. Entrada gratis.
Además, resalta Lovo, “esta novela se adentra en las conflictivas relaciones entre los seres humanos relacionadas a la riqueza desmedida, al control de las pasiones por el estoicismo, la vida militar, la cultura grecolatina, el matrimonio y la familia”.
En este sentido, Memorias de Adriano expone en sus páginas el crepúsculo de la vida de Adriano, notable emperador romano, quien ejerció su poder cuando Roma alcanzó su mayor apogeo.
Este relato devela las apasionantes memorias y aventuras del emperador Adriano, quien escribe sus cartas a su primo y sucesor Marco Aurelio y le cuenta sus aventuras bélicas, amorosas, visión sobre la poesía, música y la paz en su tiempo.
En su valoración preliminar, Lovo, dice que “Yourcenar es dueña de una prosa que destaca por su belleza, pulcritud y eficiencia”, y con relación a la esencia de Memorias de Adriano, apunta que la escritora logra recuperar la imagen histórica del Imperio Romano, vigente aún en cultura latina.
Esta novela fue traducida al español por el escritor argentino Julio Cortázar y publicada en 1951.
Al año siguiente recibió el Premio Fémina Vacaresco. Desde entonces cuenta con numerosas ediciones y altos tirajes.
Marguerite Yourcenar (1903-1987), nació en Bruselas y falleció en Estados Unidos, llegó a ser parte de Academia Real Belga de Lengua y Literatura y la Academia Francesa. En 1974 recibió el Gran Premio Nacional de las Letras.