Los fabricantes de automóviles en Estados Unidos esperan que las ventas de nuevos vehículos en agosto se recuperen, tal y como vaticinan algunos analistas, para romper siete meses consecutivos de pérdidas.
Dos de las firmas que miden las ventas de automóviles en Estados Unidos prevén que las cifras de agosto sean ligeramente superiores a las del mismo mes de 2016, lo que significaría el primer aumento interanual de 2017.
Kelly Blue Book (KBB) prevé que las ventas de vehículos nuevos en agosto aumenten un 1.5 por ciento con respecto de las de 2016 y lleguen a 1.53 millones de automóviles.
“Agosto debería ser el primer mes de 2017 con incrementos anuales debido en parte a que este mes tiene un día más de ventas”, señaló en un comunicado Tim Fleming, analista de KBB.
“Esta mejora de las ventas debería romper la serie negativa de siete meses, la más larga desde la recesión de 2009”, añadió Fleming, que espera que la tasa de ventas de agosto sea equivalente a unas ventas anuales de 16,6 millones de vehículos.
Más optimismo
Otra de las firmas que vigilan las ventas de automóviles, Edmunds.com, se expresó en términos similares.
Edmunds.com predice que las ventas de automóviles aumenten un 1.3 por ciento en agosto y se sitúen en 1.52 millones de automóviles.
Pero la firma también señaló que la esperada mejora de agosto no es suficiente para salvar el año del sector.
“Aunque cualquier tipo de aumento de las ventas tras siete meses de caídas es esperanzador, los fabricantes todavía tienen mucho camino para conseguir cerrar con fuerza el año. Es un pequeño paso en la dirección adecuada”, afirmó Jessica Caldwell, directora ejecutiva de análisis industrial de Edmunds.com.
Pero las previsiones no son unánimes y otros analistas temen que agosto sea el octavo mes del año con una caída de las entregas de vehículos nuevos.
Otros ven pérdidas
WardsAuto cifró en 1.51 millones de vehículos las ventas de agosto, lo que supondría una pérdida de más del 3 por ciento de las entregas.
Y J.D. Power calcula que las ventas caerán un 2.9 por ciento.
La gran incógnita son las ventas que se realizarán en los próximos días de cara a la fiesta del Día del Trabajo que, en Estados Unidos, se celebra este año el lunes 4 de septiembre.
Como señaló Thomas King, vicepresidente de Operaciones de J.D. Power, los fabricantes aprovechan el fin de semana largo del Día del Trabajo para inundar a los consumidores con ofertas y descuentos.
La razón es que los concesionarios necesitan hacer espacio en sus salas y aparcamientos a los modelos 2018 que están sacando los fabricantes por lo que están interesados en desprenderse lo más rápidamente de los vehículos 2017 que todavía tienen en las tiendas.
Día festivo, clave
“El Día del Trabajo es uno de los periodos del año de más ventas porque los consumidores se aprovechan de las promociones que normalmente se extienden hasta la primera semana de septiembre”, explicó King.
King destacó que en 2016, las ventas de la semana del Día del Trabajo sumaron más de 400,000 vehículos.
Así que si esta semana, los consumidores se vuelcan en los concesionarios, fabricantes y concesionarios pueden terminar agosto en números positivos.
Otro factor a considerar es el impacto del huracán Harvey en las ventas dado que gran parte de Texas, uno de los mayores mercados automovilísticos de Estados Unidos, está sufriendo los efectos de la gigantesca tormenta.
Sin contar lo que pueda pasar en los últimos días, J.D. Power explicó que con los datos de los primeros 17 días de agosto, las ventas caerán un 2.9 por ciento este mes.
Lo más positivo, especialmente para los consumidores, es que los fabricantes están volcándose en ofrecer los incentivos para salvar el mes.
Caldwell explicó que aunque “los inventarios siguen siendo elevados, los fabricantes no tienen miedo de ofrecer dinero este año así que esperamos que los concesionarios sean muy agresivos con sus ofertas del Día del Trabajo y de modelos del año anterior para mantener el impulso”.
KBB señaló que los incentivos permitirán que las ventas a particulares aumenten hasta un 2 por ciento en agosto mientras que las ventas a empresas de alquiler caerán un 4 por ciento.
KBB también dijo que la media de incentivos que están ofreciendo los fabricantes para deshacerse de los vehículos del modelo 2017 es más del 10 por ciento de los precios oficiales de venta.