Plazas comerciales, gasolineras, autolotes, iglesias, instituciones públicas, casinos, ferreterías, universidades y colegios son algunos de los tantos lugares que están ubicados en la Pista Juan Pablo II y que serán afectados de alguna forma con la rehabilitación vial.
Las autoridades de la Alcaldía de Managua aún no saben con certeza a quiénes tendrán que indemnizar al requerir de parte de sus áreas para desarrollar obras, porque todavía se afinan los diseños constructivos, pero al menos afectará, inevitablemente, con los cierres parciales de la vía, conforme avancen las obras.
Y precisamente para evitar el caos total por la magnitud de la intervención, en esta arteria que es el anillo vial más importante de la ciudad, Fidel Moreno, secretario general de la comuna, comunicó recientemente que los trabajos se desarrollarán en cuatro tramos, tomando en consideración todos los aspectos que tienen que ver con la actividad comercial existente, que es una de las más pujantes.
Plan regulador anticipa en el tiempo
El actual ancho de la Juan Pablo II no llega a sesenta metros pero en los años ochenta esa fue la proyección para el futuro, previendo el crecimiento de la ciudad y los volúmenes de tráfico. No obstante, conforme ha pasado el tiempo parte de esos terrenos, conocidos como derecho de vía, han sido invadidos por particulares y ahora será necesario despejarlos para desarrollar las obras.
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El arquitecto Javier Parés, secretario académico de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), manifestó que en el caso de la Juan Pablo II se previó hace más de treinta años la ampliación de la que ahora hablan las autoridades municipales, pero al mismo tiempo lamentó que haya servido de poco porque no todos los sesenta metros que corresponden están liberados a lo largo de la arteria.
Es que “las vías se proyectan en relación a la orientación del crecimiento de la ciudad y la necesidad de extensión de infraestructura para satisfacer la demanda de ese crecimiento y desarrollo que la ciudad va generando en su proceso de ocupación del territorio”, analizó Parés.
Al menos, señaló Parés, existen pocas edificaciones de más de una planta, por lo que no será tan traumático. “Imaginate si tuviéramos edificaciones de alta densidad ¿qué hacer ahí?, ¿demolerlas o cambiar el trazado de la vía para no afectar la inversión?”, cuestionó Parés.
En los próximos meses está previsto que la Alcaldía presente los diseños del proyecto y convoque a licitación pública para ejecutarlo. El cálculo es que en 2018 inicien las obras en el primer tramo.
A planificar ahora que hay Plan Maestro
A juicio del ingeniero Agustín Jarquín Anaya, ahora que Managua tiene el Plan Maestro de Desarrollo Urbano es necesario planificar todas las vías que en algún momento tendrán que ser ampliadas. Si no se hace desde ya entonces será difícil desarrollar las obras en su momento porque habrá que reubicar gente. Jarquín Anaya puso como ejemplo los residenciales que cuentan con caminos angostos.
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Dimensiones del proyecto
La rehabilitación de la Pista Juan Pablo II consta de ampliar a diez carriles el tramo 7 Sur-rotonda Cristo Rey y a ocho carriles el trecho rotonda Cristo Rey-semáforos de la Robelo.
Además se contempla erigir cinco pasos a desnivel (en la rotonda El Periodista, semáforos de Enel Central, rotonda Rubén Darío, rotonda Cristo Rey y semáforos de la Robelo).
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Ampliar dos cauces y sellarlos, y construir ciclovías, amplios andenes y puentes peatonales, son otras obras que forman parte de la rehabilitación de la Pista Juan Pablo II.
La inversión total del proyecto vial asciende a 270 millones de dólares, de los cuales 241 millones serán prestados por bancos.