Según Silvia Guarneri, directora de la Escuela Europea de Coaching, el liderazgo consciente empieza por uno mismo y busca la autodisciplina para contagiar después a los que le rodean en su actividad cotidiana, para ser fuente de inspiración y emoción favorecedora de acciones eficaces para el logro de los objetivos.
Hay organizaciones que aún obedecen a “líderes” jerárquicos, herméticos, inflexibles, abusivos, déspotas, corruptos o despilfarradores, nominados con frecuencia por linaje familiar, cargos políticos o amiguismo. Estos “líderes” autoritarios ejercen una tutela centralizada, y ordenan de lejos qué hacer, cómo y cuándo hacerlo. Estos “líderes” imponen, pero no inspiran, y permiten poco o ningún espacio a la creatividad, el compromiso y la lealtad. Su “liderazgo” es impersonal, y por estar distante de los trabajadores, desatiende sus intereses primarios, siendo el principal detonante de estrés, ansiedad, miedo e incertidumbres.
La armonía en una oficina es fuente de salud y bienestar, sin embargo, los centros de trabajos disfuncionales son tóxicos y factores de riesgo para la salud del personal. Algunas de las enfermedades originadas por abusos y excesos en el trabajo son las adicciones a drogas, alcohol, juego, sexo. Dolencias cardiovasculares, gastrointestinales, insomnio, depresiones, quebranto de relaciones familiares, hipertensión, incapacidades.
Los verdaderos líderes motivan, entusiasman, alientan lo mejor de nuestra persona, y contribuyen a que cambiemos de rumbo para enfrentar situaciones complejas. Son visionarios, capaces de perfilar imágenes futuras y acordes con la evolución de la sociedad. Promueven ideas estimulantes, generadoras de pasión, creatividad y compromiso. La primera escuela de liderazgo está en la familia, donde los padres enseñan a sus hijos a comunicarse, a pasar de la dependencia absoluta a su independencia. En este proceso, los hijos conocen a su familia, aprenden tradiciones y valores, conversan sobre el futuro, estudios, y trabajos, se promueve la observación reflexiva, la curiosidad del investigador y el pensamiento crítico. Los ejes de este proceso corresponden a lo ético, servicio a la sociedad y respeto a la dignidad de las personas.
Es probable que la escuela de liderazgo de la familia se extienda a los docentes, estudiantes de primaria, secundaria y universidades, empresarios, trabajadores, gobernantes, políticos, iglesias, sociedad civil. Para que un líder pueda franquear tempestades e incertidumbres y llevar la barca a su destino, su tripulación deberá estar consciente de su actuar honesto, humilde y valiente.
Algunos gobiernos de países con o sin recursos, están plagados de líderes mediocres, contaminados por la corrupción, sin capacidad profesional ni competencias en relaciones humanas. Esto provoca que la gestión pública y privada sea costosa, ineficiente y obscura. Aun así, producto de las dádivas, ideologías, propaganda y necesidades, tienen gran cantidad de seguidores incondicionales. Este tipo de gobernantes se hermanan con facilidad con líderes del sector privado, inescrupulosos y hacedores de fortunas, que solo velan por sus intereses, dejando de lado las necesidades de la comunidad. En estos líderes hay profesionales, regularmente soberbios, cínicos, groseros, triviales y descalificadores de las ideas de otros.
El panorama social se complica cuando los líderes del sector público y privado se mueven en las aguas movedizas de las falsedades, la desinformación y el relativismo. Los primeros lo practican con la ciudadanía, los segundos burlando a sus socios minoritarios y empleados. Es un liderazgo mercenario, motivado únicamente por números, resultados y satisfacer a los propietarios con una idea de corto plazo, en oportunidades egoísta y ajena al negocio.
Los estudiosos en Gerencia han venido trabajando en la transformación de estilos de liderazgo, personas que además de tener un enfoque en los resultados, centren su desempeño en: la integridad, creatividad, motivación, participación, flexibilidad, compromiso, desarrollo del personal, inteligencia emocional, empoderamiento. Se trata de líderes que inspiran confianza y confían en los demás, estimulan sus mentes y desarrollan una consciencia de sus emociones y las de sus colegas. El liderazgo consciente (Mindfulness), considera la organización como un medio para satisfacer tres tipos de necesidades humanas: materiales, cognitivas y afectivas. La compasión del líder inspira una organización renovada con un ambiente seguro y confiable.
Convendría que académicos, investigadores sociales y docentes estudien en detalle los beneficios del “liderazgo consciente” y lo diseñen acorde a las necesidades nicaragüenses. Su práctica coadyuvaría a tener líderes responsables, comprometidos con sus equipos de trabajo y la comunidad. Adicionalmente, las instituciones de gobierno y empresas tóxicas y disfuncionales se podrían transformar en centros productivos, rentables, altamente eficientes, con un desempeño humanista, ético, saludable. Generando ambientes de trabajos positivos y proactivos.
El autor es contador.