14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.
Sapjha Hamad E.

Femicidios y responsabilidad social

Una de las pocas constituciones de América Latina que dedica varios artículos a la función del periodista y el rol de los medios de comunicación es la de Nicaragua.

Quizás los legisladores que la concibieron tomaron en cuenta los sinsabores de esta profesión en un país como el nuestro y los desmanes que se cometieron en las décadas pasadas, por tal motivo, incorporaron en nuestra Ley Suprema, conceptos hermosos que aún perduran.

El Artículo 66 se refiere a la responsabilidad social del periodista “que se ejerce con estricto respeto a los principios establecidos en la Constitución y las leyes”, concepto que obliga a los comunicadores y medios a ejercer con ética, respeto y decencia esta noble profesión de tal forma que revictimizar a una mujer y/o familia afectada por los últimos crímenes en Nicaragua agrega más dolor y lágrimas.

Hacemos referencia a los femicidios que actualmente conmueven a la sociedad y la forma terrible que se cometen contra niñas, adolescentes y mujeres adultas; que se ejecutan en algunas ocasiones en presencia de los hijos y otros familiares, se muestran y comentan a la sociedad sin ningún tipo de censura en algunos medios televisivos y radiales.

En otro de los artículos, la Carta Magna se refiere a que los medios de comunicación “tienen una función social y deben contribuir al desarrollo de la nación”, no obstante, observamos que no se cumple con este principio cuando se magnifican y/o dramatizan estos crímenes donde abunda la saña, el odio y hasta el salvajismo de parte del victimario; no se toma en cuenta el sufrimiento de la familia. En la mayoría de los casos existe desconocimiento de estos derechos, por lo tanto, no se apela al respeto del dolor; evitando hacer de una noticia, un drama que lesiona la dignidad humana, es más, ni siquiera se respeta a la víctima.

Algunos analistas abordan este tema y reconocen que a esta “epidemia” de femicidios hay que buscarle solución, tomar como base de todo la educación, que inicia en el hogar, la escuela, universidad, medios de comunicación, organismos de defensa de derechos humanos y derechos de las mujeres, el Estado y sus instituciones; todos debemos aportar ya que a diario nos impacta tanta noticia que salpica de sangre las pantallas.

Este peligro aumenta con los llamados “reporteros populares” que sin tener conocimientos de la elemental ética y respeto de los derechos, graban y difunden a través de las redes sociales cualquier hecho que los convierta en un personaje mediático o resulten “virales” sus trasmisiones. El morbo es el principal objetivo.

La responsabilidad de este tipo de información recae directamente sobre los jefes de redacción, editores y hasta la dirección o gerencia de los medios que en aras de lograr el mejor raiting se vanaglorian de “exitoso”.

Urge una revisión de las causas que originan esta vorágine de crímenes que ya adquieren una dimensión dramática; cada vez con más saña en contra de la mujer, los medios tienen un rol importante: cumplir con su responsabilidad y función social que conlleva el respeto a las leyes y a la dignidad de las personas sin importar, condición social, de igual forma, exigir que todos los sectores involucrados asuman responsabilidades que permitan enfrentar todos estas tragedias.

La autora es periodista.

[email protected]

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí