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Ramón Maldonado García

Culpables de la catástrofe

Todos los que habitamos el planeta Tierra, tenemos un grado de responsabilidad. Unos por callar, otros por hablar demasiado, y un gran número por ser cómplices de los gobernantes totalitarios o no, y otros por ser indiferentes a los graves acontecimientos que están llevando a la destrucción del globo terráqueo.

Hace siglos, sin los adelantos de hoy, la humanidad vivía con tranquilidad en sus ranchos, casas o vivienda de cualquier naturaleza. Nadie decía a los pobladores de cualquier lugar que tenían que someterse a los designios de las grandes instituciones que rigen la producción de los trabajadores de la ciudad o el campo. Hoy el agricultor tiene que vender sus productos a los intermediarios, a un precio irrisorio.

Si es cierto que el adelanto tecnológico, industrial, en los sistemas de comunicación, etc., ha servido para que estemos actualizados de lo que ocurre en cualquier parte del mundo, y veamos y oigamos los abusos que comenten los que dirigen las grandes naciones, explotando a las pequeñas, a cambio de míseras compensaciones.

Pero el medioambiente global y sus habitantes están sufriendo lo nunca antes visto y oído. Europa, Estados Unidos (EE. UU.), Oriente Medio y otras regiones, están siendo golpeadas por huracanes y las consecuentes inundaciones, incendios forestales, provocados en su mayoría, sequía, etc.

En el momento actual el huracán Harvey ha causado destrozos en el condado de Harris, Houston, donde el número de muertos es de 12, otros 3 distribuidos en el estado de Texas, para sumar 15 en total. Y la tormenta podría girar y adentrarse de nuevo en Houston, según pronóstico de expertos.

A todo esto debe agregarse el llamado calentamiento global, que también es culpa de los que representan a las grandes naciones y que han destruido la capa de ozono, con los gases que despiden las chimeneas de las grandes fábricas e industrias que contaminan el medioambiente.

El ozono se encuentra en la estratósfera como capa entre 15 y 30 kilómetros de altura. Se acumula en la atmósfera en gran cantidad y se convierte en una barrera protectora de la radiación ultravioleta que proviene del sol, haciendo posible la vida en la Tierra.

En los últimos años, la capa de ozono se ha debilitado formando un verdadero agujero. Este desgaste se debe al componente químico, clorofluorocarburo que contienen los aerosoles, disolventes, refrigerantes, que en la estratósfera liberan cloro que destruye el ozono transformándolo en dioxígeno.

Una vez destruida la capa de ozono, los rayos ultravioleta pasan fácilmente a la superficie de la tierra, y afectan al ser humano en la piel, ojos y depresión del sistema inmunológico.

La flora, fauna y seres humanos están pereciendo en la Tierra, por culpa de grandes explotadores, que con pruebas nucleares, laboratorios donde se procesa droga de toda clase, y bombardeos en zonas de guerra como Siria, Irak, Yemen, y otros lugares, donde parece prevalecer el interés de mantener estos conflictos para fortalecer la venta de armas y beneficiar a sus fabricantes y gobiernos de las grandes naciones.

Y los causantes de terror también aportan a esta catástrofe. Lo hemos visto en EE. UU., Francia, y últimamente el criminal atentado en las ramplas de Barcelona, Cambrils, donde todavía hay unos pocos hospitalizados en estado crítico, las víctimas mortales hasta hoy suman 18.

Y para colmo, las enfermedades infectocontagiosas están diezmando a un gran porcentaje de habitantes en varios países de África y EE. UU. Un brote reciente de hepatitis A en California ha causado 14 muertes y 264 hospitalizados. La mayoría son personas sin hogar en San Diego.

La mejor forma de asumir una actitud responsable de los gobiernos de cada nación es detener la destrucción del medioambiente, y por consiguiente, del planeta Tierra.

Debemos eludir la mezquindad, el egoísmo, el falso populismo engañando a las grandes mayorías con programas de gobierno que nunca se cumplen a cabalidad.

El autor es médico.

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