El opositor Frente Amplio por la Democracia (FAD) tendrá como misión el próximo 5 de noviembre monitorear el “fraude electoral” de las votaciones municipales, manifestó Violeta Granera, coordinadora de esa organización política que ha mantenido su posición de que no hay condiciones para votar, argumentando que el actual sistema electoral, además de estar colapsado, está en manos del presidente designado por el poder electoral, Daniel Ortega Saavedra.
“Nosotros estamos preparando una estrategia con nuestra gente para monitorear el día de la farsa electoral del próximo 5 de noviembre”, señaló Granera.
La opositora también explicó que dentro de esa estrategia van a documentar el abstencionismo y cómo el partido de gobierno va a alterar los resultados de la actividad electoral.
“Vamos a tratar de fotografiar todas las actas que vayan poniendo fuera de las mesas electorales y estamos buscando alianzas con otras organizaciones como el consorcio que lidera Ética y Transparencia y otras para aunar esfuerzos y ver de qué manera podemos develar de una manera más clara lo que significa esta nueva farsa electoral”, sostiene la opositora.
Además, Granera explicó que la presencia de la Organización de Estados Americanos (OEA) en el país para observar las votaciones municipales a estas alturas “es irrelevante”.
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La opositora además sostiene que la idea de que esa organización llegara a Nicaragua no era solamente para observar los comicios.
“La intención con la presencia de la OEA ya en el país es que se creara un mínimo de condición que garantizara el respeto del voto en las urnas”, indicó Granera.
El único invitado
La OEA es el único organismo extranjero invitado a observar las municipales. Firmó en febrero pasado un acuerdo con el Consejo Supremo Electoral (CSE) para observar las municipales; sin embargo, a dos meses de celebrarse las votaciones esa organización no confirma cuándo hará presencia en el país, para iniciar sus labores de observación electoral.
Entre mayo y agosto, funcionarios de la OEA han venido a Nicaragua; sin embargo, estos entran y salen del país sin hablar con la prensa nacional.