Cuando se habla de los jugadores más completos en la historia del beisbol nacional, Juan Cabrera siempre está en la conversación. Dueño de envidiables herramientas físicas, liderazgo indiscutible y probada capacidad productiva, Cabrera fue el principal soporte ofensivo del Frente Sur que se coronó en dos ocasiones a inicios de los años ochenta y que es recordado como equipo emblemático.
Juan tiene ahora 58 años, su pelo crespo casi ha desaparecido y su musculatura bien definida de antaño ha cedido ante el paso del tiempo, pero conserva su carisma, su sonrisa fácil y la amabilidad que lo hizo siempre un jugador apreciado por los periodistas.
El nombre de Cabrera ha vuelto a sonar con insistencia en estos días, en los cuales el León y el Frente Sur han revivido una rivalidad que pasó en reposo 34 años. Juan junto con Adolfo Álvarez, Leoncio Martínez y Miguel Jiménez eran las figuras del Rivas campeón.
“Para serte sincero no he ido mucho al estadio, pero sé que el Frente Sur de ahora es buen equipo. He seguido con atención su desempeño a distancia y tengo la esperanza de que se va a coronar campeón”, dice Cabrera, mientras visita a Nemesio Porras en Managua.
Aquí el diálogo
¿Qué hacés ahora, Juan?
Estoy pensionado. He tenido que dejar de trabajar porque tengo problemas serios en los riñones. He perdido bastante peso y no me siento muy bien que se diga. Sin embargo, junto con Arnoldo Espinoza estamos trabajando con unos niños para desarrollarlos en el beisbol.
¿Te trae nostalgias esta Final?
Claro, uno recuerda esos años en los que íbamos a la Final contra León y dábamos buenas batallas. Éramos buenos equipos, a pesar de que la crónica deportiva de Managua no nos daba muchas oportunidades de ganar, pero nos coronamos dos veces en tremendos partidos.
¿Ustedes se creían buen equipo?
Claro, éramos buen equipo. Jugábamos y ganamos contra todos los de la época y fuimos a la Final cuatro veces seguidas. Había gente como Álvarez, Leoncio, Eloy y César Tenorio en el staff, más Miguel Jiménez, José Ramón Ocampo y José Molina,
entre otros.
¿Y los de ahora son buenos?
Por supuesto. Están en la Final por méritos propios. Es un equipo que corre bastante, que tiene buen picheo y que defienden bien. Yo pienso que pueden ganar el campeonato, sin que eso signifique menospreciar a León, que tiene buen talento y más experiencia.
No le temía a aviones
¿Te gusta lo que hiciste en tu carrera?
Pienso que no lo hice mal. Yo siempre tuve mucha confianza en mis habilidades al batear, al correr y al fildear. A veces pienso que si tal vez me hubiese cuidado más, a lo mejor habría conseguido mejores números, pero quizá eso era lo que estaba destinado para mí.
¿Fuiste poco a la Selección Nacional?
A mí no me gustaban mucho los reconcentramientos prolongados y para uno que no es de Managua, era bastante incómodo. Pasábamos del hospedaje al estadio y viceversa, y hacerlo todos los días era aburrido. Así que aunque me llamaban, por lo general no asistía.
¿Pero le temías a los aviones?
No, eso no es cierto. Ese es un invento de Enrique Armas, que vos sabés cómo es él. Pero no. Yo hice varios viajes con la Selección a Cuba y México, entre otros países. Pepe Ruiz inventó que choqué contra una yunta de bueyes y me fregué la vejiga. Mentiras.
Entre los chavalos actuales del Rivas, ¿alguno se parece a tu talento?
Como te dije, no los he visto mucho, pero hay buenos chavalos. Dicen que este muchacho de Potosí, Luis Montealto, luce bien, pero hay que esperar qué hace. Lo importante es que no se desenfoque y siga trabajando para hacerse mejor cada día.
Su carrera
Juan Cabrera bateó para .300 en su carrera de 17 años en Primera División, en la que pegó 165 jonrones y se robó 209 bases.
En 1993 bateó para .343, con 25 jonrones y 100 impulsadas, más 22 robos, para convertirse en el único 20-20 en cuadrangulares y estafas.
Cabrera conectó 1,232 en 4,103 turnos para promedio de .300 en su carrera, con 764 carreras impulsadas, en una trayectoria respetable.