La impunidad, la falta de la aplicación de la Ley 779, Contra la Violencia Hacia las Mujeres y la destrucción del sistema de atención integral “es el fondo del problema”, de la violencia en ascenso, considera la dirigente del Movimiento Autónomo de Mujeres (MAM), Azahalea Solís.
Solís reaccionó así al anuncio de una campaña anunciada por la vicepresidenta designada por el Consejo Supremo Electoral (CSE), Rosario Murillo, quien recordó que esto lo han mencionado de forma insistente.
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“Lo que debe de hacer es que la ley contra la violencia vuelva a tener los artículos originales, que estaban dirigidos a acabar con las diferencias de poder entre hombres y mujeres”, señaló Solís, quien añadió que el Gobierno debe disponer de fondos para que las Comisarías funcionen y haya personal especializado para que atienda el problema de la violencia contra la mujer.
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“El femicidio es condenable desde cualquier punto de vista”, afirmó este martes la vicepresidenta designada por el Consejo Supremo Electoral, Rosario Murillo, que por mucho tiempo guardó silencio sobre los casos de violencia contra la mujer y ayer Murillo anunció que orientará a la ministra de Educación, Miriam Raudez, la implementación de un programa en las escuelas.
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La defensora de mujeres, Fátima Millón, recordó que las campañas son para prevenir el delito “pero los delitos hay que sancionarlos”. Y para eso se requiere un sistema de justicia articulado y coherente para la atención y el abordaje de las víctimas de violencia. Hay muchos delitos de violencia que los dejan en la impunidad, dijo Millón por la falta de investigación de la Policía.
37 femicidios contabilizó el Observatorio de la Violencia de la organización Católicas por el Derecho a Decidir ocurridos entre enero y agosto. Sumado un homicidio y un asesinato.