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Managua, 21 de Agosto del 2017 Marcela Castillo, vicepresidenta de relaciones empresariales. LAPRENSA/ Roberto Fonseca

“Nadie se imagina Bonanza sin Hemco”

A tan solo cuatro años de haber ingresado al sector minero, el trabajo de Marcela Castillo la hizo merecedora del reconocimiento Mujer Empresaria del Año. Antes asociaba la minería con un mundo de hombres y muchos peligros, pero ahora todo cambió.

Como la mayoría de personas Marcela Castillo asociaba la minería con un mundo de hombres y muchos peligros. Sin embargo mientras trabajaba en la Agencia de Promoción de Inversiones (ProNicaragua) conoció la empresa Hemco y el Plan de Ordenamiento y Desarrollo Urbano (PODU) que desarrollaba en el distrito minero de Bonanza. Dicho proyecto la cautivó y ahora es ella quien lo dirige.

Cuatro años después de haber asumido la vicepresidencia de relaciones empresariales de Hemco, esta administradora de empresas, que es además madre y esposa, asegura que hay mucho desconocimiento alrededor de la minería y que cuando esta actividad “se hace bien” genera mucha riqueza y beneficios para todos.

Según Castillo, quien este año recibió el galardón de Mujer Empresaria del Año durante la celebración del Día Nacional del Empresario, su función en la empresa es “asegurar que sea un buen vecino, un buen aliado, para que las personas de nuestro alrededor, nuestros socios estratégicos estén contentos con nuestra gestión, que los empleados estén orgullosos de trabajar en la empresa y que los habitantes de Bonanza den gracias porque la empresa está ahí”.

También representa a la empresa en una comisión que se fundó hace cuatro años para darle forma y desarrollar el modelo Bonanza que consiste en compaginar el trabajo de los 1,500 empleados de Hemco con el de unos 5,500 mineros artesanales de la zona, que aportan anualmente entre el treinta y cuarenta por ciento de las más de mil toneladas de material aurífero que procesa la mina cada día.

¿A cuánto ascienden las inversiones de la empresa en los últimos años?

Se hizo la inversión grande en 2013 cuando el grupo Mineros de Colombia adquirió la operación y luego todos los años se han venido haciendo inversiones importantes que han dado fruto… y en los últimos tres años hemos invertido un promedio de 18 millones de dólares anuales en nuestra operación.

Es mucho dinero y hay que sumarle que más de siete mil personas de la zona están vinculadas a la minería, que según un reciente estudio es la que paga los salarios más altos en el país. Entonces, ¿a qué se debe que Bonanza sea uno de los municipios más pobres?

Lo que pasa es que es difícil cambiar la historia, la historia no se cambia en poco tiempo, estos planes que estamos desarrollando son planes jóvenes, estamos hablando de que la comisión y el modelo Bonanza apenas tienen cuatro años de funcionar bien, antes habían muchos problemas, el PODU tiene apenas diez años y desde su inicio se pensó a 15 años y como te digo, es difícil cambiar la realidad económica de un municipio en tan poco tiempo. Creo que si en varios años volvemos a platicar la realidad será otra. Pero si nos vamos a las líneas de base y a lo que había en ese entonces en realidad Bonanza es otro con respecto a lo que era en 2008, pero todavía le falta mucho…

¿Cuánto influye la forma en que las personas vinculadas a la minería en Bonanza gastan su dinero?

Por supuesto que influye. No podemos tapar el sol con un dedo, es un tema fuerte, tenemos que trabajar la educación financiera, es más ya estamos trabajando en el tema de educación financiera y ahí hay temas en los que tenemos que trabajar muy fuerte, como el alcoholismo y los vicios en general y también proporcionar opciones de recreación para que la gente tenga qué hacer en el tiempo libre. También impulsar el deporte y otras actividades económicas, es decir diversificar, porque si las personas tienen ingresos significativos que tengan la visión de emprender un negocio, para que no dependan solo de la minería, que tengan un negocio paralelo y se dediquen a otra actividad…

En el Pacífico algunas empresas mineras están enfrentando protestas de comunidades que se oponen a la actividad, ¿cómo es su relación con la comunidad?

En el pasado hemos tenido conflictos, tuvimos algunos, pero la operación de Hemco lleva muchísimos años en Bonanza, entonces los pobladores han crecido con la mina, ella es parte fundamental del municipio. Es un vecino más, está ubicada en el centro del municipio y apostaría a que todos los bonanceños tienen si no a un familiar cercano, a un amigo trabajando en la empresa, entonces es una especie de sentimiento de que la empresa es de todos, es de Bonanza, nadie se imagina Bonanza sin Hemco, entonces hay un sentido de pertenencia y gracias a Dios somos buenos vecinos y la gente lo reconoce, hemos estado con ellos en las buenas y en las malas y sí no ha sido un camino de rosas ni fácil, pero gracias a Dios mientras más información hay y mientras más diálogo hay, ahora que hay ese espacio en la comisión ellos escuchan nuestra posición.

Al inicio les decíamos escuchémonos con empatía y en la medida en que ha calado la visión de minería para todos, en realidad los que estamos en la mesa estamos claros de que si le va bien a la empresa les va bien a ellos y que si les va bien a los mineros artesanales es porque de paso le está yendo bien a la empresa y de paso le va bien a la Alcaldía en el tema de recaudación de impuestos y le va bien a lo representantes de las instituciones porque están haciendo bien su trabajo y es una actividad bien hecha. Entonces creo que hoy por hoy en Bonanza hemos alcanzado ese nivel en el que sabemos que debemos trabajar juntos, que perdemos si queremos imponer nuestro criterio o solo nuestro bienestar, en general es que se ha entendido el tema de minería para todos.

Otra de sus funciones es representar a la empresa en la comisión que desarrolla el modelo Bonanza , ¿en qué consiste ese modelo?

Es el nombre que le pusimos a una forma de trabajo única, pionera. Históricamente la minería industrial y la artesanal eran antagónicas, aún en una misma zona y hasta en una misma concesión trabajaban cada una por su lado, cada una con sus características. La industrial con sus máquinas y la otra con sus procesos artesanales. Entonces este modelo es la visión que tuvo la empresa junto al Ministerio de Energía y Minas y la Alcaldía de Bonanza hace aproximadamente ocho años para que la minería artesanal y la industrial trabajaran juntas en la concesión.

La gente que estaba en ese momento en la empresa se sentó a escuchar a la comunidad y comenzó a preguntarle a los mineros artesanales cómo se podían mejorar sus condiciones de trabajo, cómo se podía hacer para que en lugar de llevar a los niños al punto de trabajo los mandaran a la escuela. Pero los mineros artesanales preguntaban por qué no nos dan permiso o un documento que nos permita trabajar en la concesión de la empresa. Fue un largo proceso, coordinado por la Alcaldía y el Ministerio de Energía y Minas, y aunque ahora es fácil contarlo, costó mucho lograrlo.

Se crearon ejes de trabajo, se decidió ordenar la actividad, se asignaron puntos exclusivos en la concesión para que trabajen los mineros artesanales. Se crearon plantas exclusivas para que ellos lleven su mineral ahí a procesar, se crearon programas de desarrollo humano…

Y el PODU que llamó tanto su atención y le atrajo hacia la empresa ¿qué objetivos tiene? 

Es un plan maestro que nació en 2008, surgió de un diagnóstico que realizó un equipo de consultores que se contrató. Ellos evaluaron y luego hicieron el diagnóstico de Bonanza, de las necesidades que tenía el municipio en términos de infraestructura, educación, salud, etc. Se les pidió que sentaran a los pobladores y los escucharan, que les preguntaran cómo es la Bonanza que sueñan. Y las personas hablaron de un parque, dibujaban calles, sus casas, la ubicación de las escuelas y otras cosas.

Toda esa información se recogió, se condensó y se trazó una ruta crítica a 15 años en la que se determinó que con apoyo de la Alcaldía y de la empresa cuáles serían los proyectos que se desarrollarían cada año hasta llegar a esa meta de un municipio limpio, ordenado, con espacios recreativos, con las calles ordenadas, con acceso a servicio de luz, agua, cable, etc.

¿Cuánto ha avanzado ese plan?

Muchísimo. Tenemos más de treinta proyectos y hemos avanzado también en la manera de hacerlo. Al inicio teníamos los proyectos y no teníamos los fondos para el mantenimiento, y eso cambió. Ahora también se destinan fondos para el mantenimiento de los proyectos, porque de nada servía por ejemplo inaugurar una biblioteca muy linda si en dos años tenías que  reemplazar los libros y no ibas a tener fondos. Entonces ahora cada proyecto tiene su mantenimiento asegurado. Trabajamos con Organismos No Gubernamentales (ONG), también con la Alcaldía y  los pobladores que han sido parte en algunos de los proyectos, por ejemplo en el adoquinado de calles ellos participan con mano de obra, otro ejemplo es que los papas participan en actividades de cuenta cuentos en la biblioteca y así en muchas otras con las que ahora cuenta el municipio.

¿Y sus metas dentro del sector?

Aparte de ver más mujeres mineras, de los 1,500 empleados de la empresa solo 160 somos mujeres, y que Bonanza sea uno de los mejores municipios de Nicaragua, realmente me gustaría trabajar para que todos los distritos mineros del país cuenten con un Modelo Bonanza, que les ayude a formalizar la actividad artesanal, para que se trabaje más seguro, en armonía con el medioambiente, con más programas sociales y mejores oportunidades de desarrollo para los mineros artesanales. Es decir, que haya buena “Minería para Todos”, como dice Caminic.

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