El asesor económico de la Presidencia, Bayardo Arce, aseguró ayer que la principal amenaza que enfrenta la economía de Nicaragua, de América Latina y del mundo, es el efecto que provocará la cuarta revolución industrial que está en proceso, entre ellos la pérdida de empleos por la automatización, lo que estaría llevando a los profesionales a hacer filas en las ferias en busca de un empleo.
“Estamos entrando a la revolución industrial y nadie tiene idea de las repercusiones que eso va a tener… estamos en la época del internet de las cosas, los carros automáticos, el mundo automático”, dijo Arce durante su ponencia Nicaragua, retos y oportunidades de la internacionalización de los negocios en servicios, organizada por la Universidad Americana.
Arce señaló que aunque muy pocos expresan temor por el efecto que esta revolución tendrá en el empleo, hasta un tercio de los trabajos existentes corren riesgo de ser automatizados en los próximos veinte años en el mundo.
Economía abierta beneficia a pocos
Y mientras la creación de empleos con buenos salarios sigue siendo uno de los desafíos más importantes de la economía global, “la economía abierta y la globalización” solo han beneficiado a unos cuantos millonarios “que cada año aparecen en la revista Fortune”, mientras en el mundo millones de personas quedan desempleadas, dijo.
“Son los retos del nuevo mundo que nosotros estamos experimentando y que desafortunadamente aunque tengamos los mejores títulos del mundo tenemos que ir a hacer fila a Walmart a una feria de empleo para tal vez ponernos detrás de un mostrador”, sostuvo Arce.
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Además del desempleo otros riesgos que trae consigo la revolución industrial es que las empresas que no se adapten a la nueva dinámica no podrán sobrevivir, se incrementará la desigualdad en la repartición del ingreso y aparecerán “toda clase de dilemas de seguridad geopolítica”.
El poco desarrollo tecnológico y la falta de innovación en economías, como la de Nicaragua, según Arce la hacen entrar en desventaja en esta revolución, que solo beneficiará a unos pocos con alto desarrollo tecnológico e innovación. “Sin embargo no nos queda más que seguir caminando en la digitalización” y una de las estrategias que debe desarrollarse es la diversificación de las exportaciones y de los mercados, afirmó Arce a los asistentes.
También adaptarse
La embajadora de Estados Unidos, Laura Dogu, aseguró que los cambios que se desarrollan actualmente en el mundo demandan adaptar el sistema educativo a las nuevas tecnologías y a la innovación, para preparar adecuadamente las capacidades que demanda el mercado laboral. Eso permitirá que economías como la de Nicaragua puedan seguir aprovechando las oportunidades que proporcionan tratados de libre comercio como el que existe con Estados Unidos.