En la esencia de la tinta de mi pluma quiero expresar efusivamente mi compasión y empatía hacia tantas mujeres que han sido brutalmente mancilladas y asesinadas.
Según las estadísticas, en Nicaragua solo en lo que va de este año cuarenta mujeres han sido vilmente asesinadas, muchas de ellas inclusive violadas, irónicamente por sus parejas sentimentales.
Estos individuos, quienes dicen llamarse “parejas sentimentales”, son quienes están supuestos hacer las personas que más cuidasen y protegiesen a sus mujeres.
Lo mismo que enérgicamente alzo mi voz de repudio y denuncia hacia tanta indolencia “humana” en memoria de cientos de nuestras mujeres que han muerto vilmente en Nicaragua.
Donde sus vidas han cedido al inclemente yugo de sus desquiciados compañeros… y macabros asesinatos.
Donde se almacenan relaciones fallidas de sentimiento, que nunca pudiésemos decir que es amor.
Más bien situaciones sumergidas en codependencias enfermizas y sumamente peligrosas.
“La codependencia se define como el ciclo de patrones de conducta y pensamientos disfuncionales, que producen dolor y que se repiten de manera compulsiva, como respuesta a una relación enferma y alienante, con un adicto activo o en una situación de toxicidad relacional”. http://www.adicciones.org/familia/codependencia.html
A través de las páginas de la historia hemos experimentado cómo nuestras mujeres han sabido presentar sus elocuentes atributos intelectuales y paulatinamente han ido cambiando preceptos obsoletos, e incongruentes hacia su verdadera identidad.
Vemos cómo sus aportes han perfilado los matices de la historia y sus contribuciones han impactado significativamente en un sinnúmero de comunidades y sociedades. Logrando así un mundo mejor de todos y para todos.
Las mujeres han sido un bastión primordial emocional y muchas veces económicos para la familia. Donde muchas mujeres sin el apoyo de una pareja solucionan situaciones precarias para poder sacar del atolladero emocional y económico a sus familias. Afortunadamente sus frutos han germinado exitosamente y trascendido mitos del pasado.
Por otro lado, desafortunadamente muchas bases culturales machistas han erosionado grandemente el principio más grande que puede tener todo ser humano: “self love”. El quererse uno mismo, ante toda relación. Porque no podemos dar amor, si nosotros no nos queremos primero.
Es imposible darse, querer, y formar una relación, basada en atropellos, y querellas inmorales y violentas.
Acá hago una pausa y agrego: muchos de estos abusos hacia las mujeres son ejecutados por individuos asiduos de dantescas pesadillas mentales.
Donde han venido cargando dramas y traumas, prevaleciendo relaciones de familias completamente disfuncionales. Inclusive desde antes de nacer, desafortunadamente dichos individuos han sido procreados sin amor y carentes de responsabilidad paternal.
El amor es fundamental en toda relación saludable. Todo lo contrario los hogares de estos individuos fueron desprovistos de respeto y empatía. Esta cadena debe romperse y cambiarse por relaciones donde prevalezca un amor genuino de respeto y cordialidad.
Equivocadamente los dolores de muchos de estos individuos fueron encarrilados en adicciones muy peligrosas… mayormente sumidas en droga, alcohol y comportamientos psicóticos y esquizofrénicos.
Se necesita urgentemente proporcionar mecanismos de “self love” a nuestra niñez.
Mi humilde mensaje sería… “madres no sometan a sus hijas a prácticas de codependencias y de violencia trasmitidas por sus propios padres. Donde ellas aprenden a tener esa iniciativa sumisa y de dolor. El amor no es eso… todo lo contrario el amor es cariño, cuidado y ternura”.
Por otro lado se necesita que en los colegios, tanto privados como públicos, se impartan charlas de relaciones. Incorporando conocimientos, consejería y motivaciones. Obviamente nuestras instituciones deben participar proactivamente en esta terrible situación modificando leyes.
“Serán distribuidos un millón de folletos promoviendo el respeto en el hogar y la familia, al tiempo que el gobierno trabajará con las iglesias católica y evangélica en campañas de prevención de violencia”, dijo la vicepresidente Rosario Murillo
Mi intensión en este artículo es crear en nuestras mujeres una conciencia intrínseca de libertad mental y autonomía espiritual referente a sus relaciones de parejas. En ti mujer está tu decisión de amar, vivir sin ataduras y mordazas.
La autora es escritora y consultora.