Las tasas de crecimiento económico actuales de Nicaragua resultan manifiestamente insuficientes para afrontar los desafíos del proceso de envejecimiento de su población.
Asumiendo que el PIB per cápita de Costa Rica se mantuviese congelado a su nivel actual, es decir que no siguiese creciendo en lo absoluto, y el de Nicaragua creciese a las mismas tasas promedio anual a las que ha venido creciendo entre 2010 y 2016, a nuestro país le tomaría 41 años equipararse al PIB per cápita actual de Costa Rica.
Esta equiparación se produciría alrededor del año 2058, cuando Nicaragua estará ya bastante avanzada dentro de la fase de envejecimiento pleno de su población, y mostrará un grado de envejecimiento muy superior al que muestran actualmente los países europeos.
Pero sostener las actuales tasas de crecimiento por tanto tiempo será cada vez más difícil, porque la tasa de crecimiento de la fuerza de trabajo comenzará a desacelerarse marcadamente, y dentro de 24 años se habrá tornado negativa.
En esas condiciones, la tasa de crecimiento de la productividad media del trabajo deberá acelerarse de manera sistemática, hasta alcanzar niveles similares a los que mantuvo Corea del Sur entre 1963 y 1995, las cuales le permitieron llegar a convertirse en un país de altos ingresos, después de contarse entre los más pobres del mundo.
Pero aún si el PIB de nuestro país creciese a una tasa promedio anual del 8 por ciento, y el PIB per cápita de Costa Rica permaneciese congelado, a Nicaragua le tomaría equiparse a este ultimo 24 años, casi el mismo periodo que le tomará arribar a la fase plena de envejecimiento. Por lo demás, lograr ese crecimiento anual implicaría obtener tasas de crecimiento promedio anual de la productividad del trabajo bastante superiores a las que alcanzó Corea del Sur entre 1963 y 1995.
Al margen de ello, y de acuerdo a la experiencia histórica, para responder si un país podrá crecer a tasas muy altas, habría que determinar:
- Si dicho país está diversificando su estructura productiva y su canasta exportadora, con alguna rapidez, hacia actividades de mayor productividad, que representen “ganancias de complejidad” significativas, caracterizadas por una elevada elasticidad ingreso de la demanda.
- Si estas actividades están absorbiendo porcentajes cada vez más elevados de la fuerza de trabajo.
- Si existen los mecanismos que aseguren o faciliten el acceso al financiamiento de largo plazo necesario.
- Si se han establecido los mecanismos de coordinación que permitan llevar a cabo, de manera simultánea, las inversiones complementarias requeridas , por parte de diferentes actores.
- Si existe la inteligencia de mercados para saber cómo penetrar los mercados potenciales de los nuevos productos, así como la capacidad de adecuarse a las exigencias de estos mercados.
- Si se está haciendo todo el esfuerzo necesario para mejorar significativamente el nivel promedio de escolaridad y la calidad de la formación del capital humano, a todos los niveles necesarios para que el país adquiera la capacidad de asimilar, adaptar y eventualmente desarrollar, el conocimiento y la tecnología.
- Si se está mejorando la dotación de infraestructura y logística de mayor calidad –energía, transporte, comunicaciones-, cuyos servicios resulten asequibles a costos razonables.
- Si se está asegurando el desarrollo de los encadenamientos necesarios para que los beneficios del progreso técnico no se concentren en islotes de modernidad aislados y se difundan a lo largo de toda la economía, y los vínculos entre las empresas y las actividades de producción y las instituciones necesarias para el desarrollo completo de las complementariedades que generen economías dinámicas de escala,esenciales para aumentar de manera sistemática la productividad.
- Si se está estableciendo una creciente, efectiva y estrecha coordinación y vínculo entre empresas, sistema educativo. Universidades y centros de investigación, con vistas a asegurar el desarrollo de la capacidad tecnológica del país.
(*)Economista
