El salario nominal y el empleo formal registraron en los primeros siete meses del año aumentos de cinco y siete por ciento, impulsados principalmente por el dinamismo en sectores como comercio, hoteles y restaurantes, así como minas y canteras, según indican datos publicados por el Banco Central de Nicaragua.
El crecimiento en la creación de empleo está sin embargo por debajo del aumento del 11 por ciento que hasta en julio del año pasado se registraba, según los números del máximo emisor bancario con datos del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS).
Las mayores desaceleraciones en la creación de empleo se han sentido principalmente en la construcción, transporte, almacenamiento y comunicaciones, comercio, financiero, así como servicios comunales, sociales y personales.
Entre enero y julio del año pasado, por ejemplo, la tasa de crecimiento en la creación de empleo en construcción fue del veinte por ciento, pero este año en igual periodo apenas crece ocho por ciento.
En el sector transporte, almacenamiento y comunicaciones el aumento es de cinco por ciento frente al veinte por ciento del año pasado.
Y aunque la actividad agropecuaria este año se destaca como una que estaría apuntalando el crecimiento económico, dado a los buenos resultados del invierno, lo cierto es que pese a su robusto crecimiento en la afiliación al INSS, su participación dentro del empleo formal sigue siendo raquítico.
De los 919,469 afiliados hasta julio, solo 74,475 son del campo. Este año este sector crece nueve por ciento en la creación de empleo formal frente a la caída del dos por ciento del año pasado.
En siete meses al INSS se habían incorporado 59,810 nuevos trabajadores respecto al acumulado a julio del año pasado, cuando se habían añadido 84,849.
Salarios también fríos
Atrás de este enfriamiento de las actividades económicas no se quedan los salarios, que hasta julio crecía 1.8 por ciento el real y cinco por ciento el nominal.
En similar periodo del año pasado, el salario real repuntaba 7.68 por ciento y el real —que es el que refleja el verdadero poder de compra de un trabajador afiliado al INSS— se incrementaba 3.4 por ciento.
En términos absolutos el salario real se situaba en 4,706.9 córdobas y el nominal en 10,073.6 córdobas mensuales hasta julio de este año.
Esta desaceleración del salario y el empleo ocurren en momentos que el INSS urge de reformas para afrontar su creciente déficit que en la primera mitad del año fue superior a los quinientos millones de córdobas.