Cuando Juan González pasa cerca de la antigua catedral de Managua se deslumbra con su belleza y si tiene tiempo suficiente, se queda a contemplarla. “Es que es una joya arquitectónica”, dice mientras sus ojos se ponen como luna llena y se centran en el templo. Luego remata con que “ojalá que se pueda conservar”.
En efecto, el futuro de la catedral es incierto porque las autoridades de la Alcaldía de Managua aún no revelan la situación actual, que sería valorada por una comisión especial, conformada por arquitectos e ingenieros, y que se debió presentar en junio pasado.
Esa fue la promesa en febrero pasado, cuando se conoció el interés de mantenerla en pie, al informar que se realizarían análisis comparativos de los estudios elaborados anteriormente y además someterla a una recreación digital tridimensional.
Con todo esto se podría saber con certeza si se puede salvar, cuánto costarían las obras y el tiempo de ejecución de las mismas.
En semanas anteriores LA PRENSA le consultó al secretario general de la comuna, Fidel Moreno, sobre el futuro de la antigua catedral y de los 14 millones de córdobas destinados para iniciar reparaciones, pero dijo que en su momento hablará sobre el tema.
Impecable limpieza y cuido
A pesar de que visualmente se reconoce que la antigua catedral está con severos daños, al presentar fisuras y desprendimiento de algunas partes, junto al Palacio de la Cultura engalanan la Plaza de la Revolución, más cuando es de noche y se encienden los halógenos que le fueron colocados para hacerla más vistosa.
Asimismo, una cuadrilla de la Dirección de Ornato de la comuna, a diario limpia los alrededores y retira la maleza en las plantas que le sembraron. Se riegan los jardines y los vigilantes la cuidan como si dentro hubiera un tesoro.
Para la universitaria Belkis Fierro, es importante que se restaure la catedral, pero también que no represente un peligro. “Sabemos que Managua es un lugar de muchas fallas sísmicas, entonces tendría que valorarse todo eso”, señala Fierro, referente a la intención de no botarla.
Donde “huele” a historia
En 1928 inició la construcción de la hoy conocida antigua catedral de Managua. El hierro que la sostiene fue traído de Bélgica y la construcción estuvo a cargo de Pablo Dambach.
Tiene un estilo neoclásico y está ligada a acontecimientos que marcaron a todo el país. En ella se casó Anastasio Somoza Debayle con Hope Portocarrero en 1950. También se ofició la misa de cuerpo presente de Anastasio Somoza García, en 1956, que fue herido de muerte en León por el poeta Rigoberto López Pérez.
Los historiadores asimismo recuerdan que fue guarida para hacer periodismo de catacumba.
Por seguridad de las personas, el Instituto Nicaragüense de Cultura, que tiene posesión actualmente, mantiene cerrada la antigua catedral de Managua y solo unos guardas se mantiene adentro. Se colocaron cintas para evitar el paso hacia las gradas del acceso principal.
14
millones de córdobas se destinan en este 2017 para empezar a rehabilitar la antigua catedral de Managua. Las autoridades municipales no explican qué cubría el dinero.