Una ola de delitos “poco comunes” han sido denunciados por ciudadanos de diferentes lugares de Nicaragua a través de las redes sociales en los últimos días. El nivel de violencia de los delitos, que incluye persecuciones en vehículos y disparos con armas de fuego, a criterio del experto en temas de seguridad Roberto Cajina, son hechos que no se registran en las estadísticas oficiales de la Policía Nacional, porque estas “no revelan la realidad”.
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LA PRENSA buscó a los protagonistas de estas denuncias virales para comprobar su veracidad y también consultamos a las estaciones de Policía involucradas, sin que hubiese pronunciamiento oficial sobre estos casos.
“No tenemos un verdadero mapa del comportamiento de la actividad delictiva, porque lo que este Gobierno y la Policía pretenden es mostrar que Nicaragua es un paraíso y que la inseguridad es mínima”, asegura Cajina.
Uno de los usuarios de redes sociales que expuso su caso fue Kelin Andrea Reyes, de 32 años. El viernes 11 de agosto, a eso de las 9:00 de la noche, Reyes se dirigía hacia Masatepe por Carretera Sur y al llegar al sector de una zona franca, un vehículo blanco empezó a seguirla e intentó adelantarla. Cuando el vehículo, una camioneta Tucson blanca, pasó a su lado vio a cuatro hombres encapuchados. Dos de ellos le apuntaron con fusiles AK-47.
Posteriormente, según el relato de Reyes, la adelantaron, detuvieron el vehículo en medio de la carretera y los hombres se bajaron y la apuntaron con sus armas. Ella aceleró esperando lo peor y cruzó a alta velocidad por el espacio que encontró libre. Puso la denuncia en la estación de Policía de San Marcos. “Venía asustadísima y venía sola. Pensé que me iban a disparar”, cuenta Kelin Reyes.
Kelin Reyes, víctima de intento de asalto. La Prensa/Cortesía
POLICÍA NO ESTÁ PREPARADA
Roberto Cajina, explica que estos niveles de violencia se dan porque “el delito tiene una increíble capacidad de adaptación y modificación de conductas en el tiempo. Y la Policía no tiene la capacidad de adaptación a las nuevas formas del delito”.
Además, el experto asegura que estos delitos parecen poco frecuentes porque la Policía ha querido vender la imagen de un país seguro y las estadísticas no muestran la realidad del país. Esto, explica, por qué en algunas ocasiones las personas no denuncian los casos, porque no confían en la Policía.
“La Policía te va a decir que no tiene combustible, que no tiene medios. Y en otros casos simplemente porque la Policía no quiere resolver”, dice.
Al día siguiente, Kelin Reyes fue a preguntar a la Policía y aún no habían averiguado nada de su denuncia. Más de un mes después, aún no tiene respuesta.
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La fotoperiodista Gabriela Selser también fue una víctima que denunció su caso en Facebook y la publicación ya suma más de mil compartidos. El 5 de septiembre pasado un taxi azul con las luces apagadas siguió su vehículo desde los semáforos del Club Terraza, en Managua, hasta el empalme en el kilómetro nueve de Carretera Sur. En dos ocasiones, el conductor intentó chocar el carro de Selser. “Al principio pensé que estaban borrachos”, cuenta, pero después vio que el vehículo aceleró también. “Yo digo que ellos querían el carro”, cuenta.
Selser no puso denuncia en la Policía. “¿Para qué? No creo que hubieran hecho nada. A mi hija le robaron el celular hace un mes, fue a poner una denuncia y le dijeron que regresara el lunes porque no tenían papel”, dice.
A Marlon González, otro de los casos virales en redes, le lanzaron piedras el domingo pasado cuando se dirigía a Nindirí por Carretera a Masaya. Se le poncharon las llantas y sus rines quedaron destruidos. Cuando retrocedía para enderezar su vehículo que había salido de la carretera, vio a cuatro hombres que salían del monte y se dirigían hacia él. Arrancó, aceleró y a como pudo avanzó unos dos kilómetros para pedir ayuda.
Una patrulla de Policía llegó y los oficiales le dijeron que últimamente tenían muchas denuncias de asaltos en ese sector y por eso patrullaban constantemente.
OTROS DELITOS
Recientemente, también se hizo viral en las redes el video de una joven que perseguía en su carro, otro vehículo en el que aseguraba iban unos hombres que le habían robado. “Estos hombres me robaron, el carro de enfrente me robó, me robó una computadora y mi cámara; yo voy agarrar a este hombre”, gritaba desesperada. Sin embargo, en un momento se escucharon detonaciones y la joven identificada como Fabiola gritó: “Están armados, ayuda”. Los usuarios aseguraron que el robo se dio en el sector de Las Colinas.
Otro caso es el del comerciante Dervin Sobalvarro Baldelomar, de 48 años, quien está desaparecido desde el lunes 4 de septiembre. Ese día, el comerciante se dirigía a su casa en su camioneta Toyota Hilux. Sin embargo, el vehículo apareció abandonado a eso de las 11:00 p.m. en la comunidad Las Pilas, de la entrada a El Boquete 100 metros al oeste, en la carretera hacia El Crucero, Managua.