Si le preguntáramos a cien personas cuál es la materia que más odiaron del colegio, probablemente la mayoría diría que las matemáticas. Y esta respuesta no es coincidencia. Según explica el matemático y psicólogo español Diego Alonso Cánovas, que ha dedicado años a estudiar los procesos del razonamiento, “desde el punto de vista psicológico, el cerebro necesita adoptar una actitud mucho más activa para comprender un razonamiento y un discurso argumentativo que uno narrativo, y el cerebro tiende siempre a la mayor economía cognitiva, así que si el estudiante no está dispuesto a consumir energía mental y a esforzarse, es muy probable que no entienda los procesos de razonamiento (especialmente deductivos) de que están llenos las matemáticas”. A la vez, hay razones biológicas que influyen para que los niños y adolescentes tengan malos recuerdos con esa materia. Según explica el diario La Vanguardia, a esa edad el razonamiento formal, con el cual podrían comprender las operaciones abstractas, “aún no está completamente desarrollado”.
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