Actualizar la imagen profesional puede ser un reto. Más aún para el género masculino, sobre todo en una cultura donde los caballeros minusvaloran e incluso desprecian todo aquello referente a los códigos del buen vestir y a lo estético.
Las nuevas generaciones que, lejos de mostrarse libres y expresivos a través de su proyección visual, muchas veces solo muestran su poco conocimiento sobre entender y respetar la manera de presentarse en los diferentes ambientes en los que se mueven.
En el medio laboral concretamente, se cometen muchos errores en la vestimenta, dejándose llevar por las modas, olvidándose de que hay tendencias que no son adecuadas para este medio o que están ideadas para otros ámbitos.
Uno de los errores es vestir con camisas de colores vivos o con tonos oscuros, ya sea en combinación con pantalón, de manera casual o con traje completo. Ni siquiera con jeans para el trabajo son vistas como elegantes. Para el medio laboral evite el negro, azul marino y gris oscuro, entre otros y opte por tonos blancos, azul cielo claro o lavanda muy pastel.
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Los trajes demasiado holgados o ajustados, así como con los puños de las mangas de camisas o saco, ruedo del pantalón, tiro del pantalón muy largos o cortos deben evitarse.
Desconocer las reglas para el uso de los estampados de estilo ejecutivo y vestir los del estilo personal lo mostrará como alguien inculto y anticuado. Otro error sobre estampados está en las medias o calcetas, muchos no saben que las de colores y estampados modernos se combinan con la camisa, la corbata o el pañuelo.
Usar relojes deportivos con material informal para el look de oficina se ve fuera de lugar y resta elegancia, así como las pulseras de hilo o tipo artesanal y las de caucho.
