En el mes de la patria es muy conocido y divulgado que celebramos la Declaración de Independencia de Centroamérica de la dominación y colonización del Reino de España, la que fue proclamada el 15 de septiembre de 1821 en una célebre reunión convocada para ese propósito en el Palacio de los Capitanes Generales, en ciudad de Guatemala, a través de un “Acta de Independencia”. Copias de esta fueron enviadas a las demás provincias independentistas para su aprobación. A partir de ese momento histórico, en los subsiguientes días, meses y años se vinieron suscitando una serie de acontecimientos y decisiones políticas importantes que no son tan conocidas, pero que en estas fechas resulta muy oportuno comentarlas y divulgarlas.
Siguiendo con el hilo de la narración de nuestra independencia, en Nicaragua se tuvo noticias de la Declaración de Independencia unos días después, el 22 de septiembre de 1821, tanto en la ciudad de León, como en la ciudad de Granada. En León, los notables de la ciudad suscribieron el 28 de septiembre de 1821 un Acta que llegó a conocerse como “Acta de los nublados” en la que se lee textualmente en los acuerdos establecidos: 1º. “La absoluta y total independencia de Guatemala, que parece se ha erigido en soberana” 2º. “La independencia del Gobierno español, hasta tanto que se aclaren los nublados del día…”. Mientras tanto, en la ciudad de Granada a través de un “cabildo abierto” de las personalidades más importantes y autoridades municipales declararon estar de acuerdo con la Independencia proclamada en Guatemala. Esto significó un antagonismo, por un lado las autoridades leonesas decretaron el 11 de octubre de 1821 que Nicaragua pasaba a formar parte del Imperio Mexicano, encabezado por Agustín de Iturbide, y por otro lado, en Granada las autoridades de Guatemala decidieron la creación de una Junta Gubernativa de Granada, causando una férrea oposición política entre los democráticos o liberales en León y los legitimistas o conservadores en Granada.
Más tarde, Agustín de Iturbide fue obligado a renunciar en México, situación que aprovechó el Congreso de las Provincias para reunirse en la Ciudad de Guatemala el 24 de junio de 1823, y el 1 de julio se proclamaba que “las provincias representadas en esta Asamblea son libres e independientes de la antigua España, de México y de cualquiera otra potencia; y que no son ni deben ser patrimonio de persona, ni familia alguna”. Nacían de esta forma las “Provincias Unidas de Centroamérica”. Cada provincia tenía un gobierno interno y había un gobierno federal residente en Guatemala. El 22 de noviembre de 1824 se decretó la Constitución de la nueva República Federal de Centro-América.
Sin embargo, la debilidad del Gobierno federal para mantener el orden en cada uno de los Estados que conformaban la Federación, así como las ambiciones locales que ocasionaron serios conflictos civiles por el poder en cada Estado llevaron a una anarquía que provocó la separación de la Federación el 30 de abril de 1838, cuando la Asamblea Legislativa de Nicaragua proclamó que el Estado de Nicaragua era libre, soberano e independiente de todo otro poder.
Siendo Nicaragua el primer país en abandonar la Federación, le siguieron Costa Rica y Honduras ese mismo año. Los cinco países centroamericanos se separaron definitivamente poniendo fin a la Federación.
Podemos concluir que entre octubre de 1821 a 1823 Nicaragua formó parte del Imperio Mexicano. De julio de 1823 a 1838 Nicaragua era parte de la República Federal de Centroamérica. Y fue hasta el 30 de abril de 1838 que Nicaragua nace como Estado independiente, tal como todavía lo somos.
El autor es abogado.