Cuando los periodistas consultaron a Wilton López que, si sus antecedentes como big leaguer y su reciente desempeño en el “Pomares” le garantizaban un puesto en el staff de lanzadores de la Selección Nacional, su respuesta fue categórica y revestida de humildad.
“No, nada de eso. Lo que hice en el pasado, ya pasó. Aquí tengo que probar que estoy bien. Vengo a ganarme un puesto”, indicó López, tirador que registró tres temporadas estupendas en las Mayores con Houston y que viene de ser el Jugador Más Valioso a nivel local.
Wilton es el lanzador que hemos visualizado para realizar los disparos iniciales en la serie ante Taiwán, cuando se inaugure el Estadio Nacional de beisbol. Su trayectoria, y a la vez, su estado actual, lo ponen en ventaja. Es el mejor lanzador entre todos los disponibles.
Sin embargo, más que la propia humildad, creo que lo más plausible es la actitud con la que ha llegado al equipo nacional. López muestra madurez, sentido de equipo y compromiso con una causa que no solo desea vencer a China, sino en los Juegos Centroamericanos.
La Selección dispondrá de elementos valiosos a nivel nacional. Brazos de experiencia. Hay también un grupo de prospectos que vienen pujando fuerte en busca de un espacio. Pero en estos momentos, no hay otro tirador del calibre de López entre todos los convocados.
Ah, si se pudiera contar con Juan Carlos Ramírez y Erasmo Ramírez sería formidable. Esa mancuerna de Wilton con J. C. nos llevó a la medalla de plata en los Centroamericanos y del Caribe en Veracruz, México en 2014. Ellos fueron el gran soporte del equipo.
Ahora que los Juegos serán en Managua, uno se pregunta si entre los chavalos como Osman Gutiérrez, Leonard Crawford, Roniel Raudes, Armando Ruiz, entre otros, ¿emergerá uno de ellos para hacer dúo con Wilton? Ya veremos en los próximos días.
Pero, al menos que se cuente con Erasmo Ramírez, Wilton debe subir a la colina el 20 de octubre ante los chinos en la inauguración del estadio.