Juana Molina, Xochilt Ocampo, Agustín Jarquín y Brooklyn Rivera, quienes fueron destituidos u obligados a renunciar como diputados, son la muestra del control que ejerce el gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), sobre las instituciones estatales en detrimento de la institucionalidad del país, dijeron este viernes el sociólogo Óscar René Vargas y la exguerrillera Dora María Téllez.
Téllez y Vargas además ven un “radicalismo” en el actuar de la dirigencia, que busca mandar el mensaje a las bases de que no se acepta que cuestionen las decisiones de la cúpula.
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Esta semana se conoció que Molina, una antigua dirigente de la Asociación Nacional de Educadores de Nicaragua (Anden), fue obligada a renunciar como diputada propietaria nacional del FSLN, por desobedecer orientaciones partidarias.
Para Téllez, una vez más el orteguismo demuestra que “los diputados no son electos, sino que son puestos”, porque “los escaños se distribuyen conforme la obediencia”.
Sin credibilidad
“La Asamblea Nacional ha perdido total credibilidad, todos sabemos que es una institución que no juega ningún papel, lo que hay ahí es gente que solo levanta la mano para aprobar aquello que quiere Daniel Ortega. Es lo mismo que sucede en el resto de poderes del Estado, que están sometidos”, dijo Téllez.
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Vargas analiza que con la separación de Molina como diputada “la dirigencia del Frente trata de evitar toda disidencia que para ellos es pensar diferente, pero esto va creando desacuerdos en las bases, que causará una implosión”.
Fetsalud con control
Andrés Esteban Zamora no fue acreditado como propietario, a pesar de ser el suplente de la exdiputada Juana Molina, sino que el escaño fue para Antonia Vílchez, la suplente del presidente de la Asamblea, Gustavo Porras.
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La exguerrillera Dora María Téllez señaló que ambos son sindicalistas de Fetsalud y Anden. “Evidencia que en el Frente no están dispuestos a perder espacios”, sostuvo Dora María Téllez al analizar el caso.
