Hoy en día las distintas formas de preparar un café nos permiten vivir y disfrutar de una rica experiencia, ya sea a través de una exquisita bebida caliente o una deliciosa bebida fría. Conocer las bondades que caracterizan y distinguen un café de otro le favorecerá al momento de tomar la decisión de degustarlos.
Espresso
Procura exponer la esencia del café. Al diluirla en agua, la acidez se vuelve más fina. Es una bebida más concentrada con una textura cremosa o mantequillosa.
Para prepararlo
Utilizar café ya molido, luego colocarlo en un portafiltro que es como una maquinita. En ella misma colocás agua por presión y así obtendrás el café espresso.
Americano
Si gusta de una bebida dulce con un grado agradable de acidez, el café americano es el indicado. Esta bebida combina un poco de café espresso, que es como la esencia del grano, más agua caliente. El resultado es un nivel de amargor bajo. En una taza de ocho onzas el nivel de calorías es entre dos a cuatro y en cuanto a cafeína contiene entre cien a doscientas.
Para prepararlo
Dos onzas de café espresso —concentrado del café— más ocho onzas de agua.
Para degustarlo en la mesa, primero se muele el café para extraer el espresso, luego se le añade la porción de agua caliente. Los equipos que se pueden ocupar para lograr el sabor indicado es una máquina para espresso, molino para espresso y tamper.
Un rico floreccino
La fusión de café espresso con leche condensada y hielo genera como resultado una bebida dulce y exquisita. Para lograr un fino sabor lo puede tomar con crema chantilly. Hay diferentes sabores para degustar.
Para prepararlo
Se mezcla el café espresso con leche condensada más azúcar. Luego se coloca en una
licuadora con 8 onzas de hielo y se mezcla entre treinta y cuarenta segundos. Los equipos que se utilizan es una licuadora para bebidas frozen.
Fuente: Dieter Delgado, coordinador de producción y calidad de Café Las Flores.