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Los Pipitos
Ligia Elizondo C.

En defensa de Los Pipitos

No cabe duda que como Tesorero de la Fundación Teletón (Funte) el señor Sergio Gómez tendrá en estos momentos sus manos llenas. Asumo será esta la razón que le impidió preparar para los lectores de LA PRENSA un artículo claro y veraz.

Para comenzar, confunde  el Teletón, una franquicia internacional, con Funte, una fundación nacional. Ni Funte es el Teletón, ni el Teletón es Funte. Como sabemos, el dueño de la franquicia Teletón en Nicaragua es el Club 20-30.

Que yo sepa, ni el Migob ni nadie más, ha emitido una resolución dictando la “confiscación de propiedades al privar al Teletón las propiedades conocidas como Centros Teletón”. Ni el Teletón ha sido privado de nada —por nadie—, ni ha sido este evento objeto de discusión.

Los ocho centros de atención referidos por el señor Gómez en su artículo publicado en LA PRENSA del lunes 25 de septiembre,  fueron construidos con fondos recaudados en el evento Teletón, de allí su nombre.  No fueron construidos con recursos de Funte, ya que esta fundación fue creada sin capital fundacional. Los centros Teletón no son centros Funte, son centros de atención manejados por Los Pipitos y construidos gracias a la generosidad de los nicaraguenses para los niños con discapacidad. Estos son hechos irrefutables. Si Funte, como administrador del evento Teletón, puso esos centros Teletón-Los Pipitos bajo su propio nombre, ahora debe restituirlos ya que el convenio entre las entidades involucradas ha concluido. Si alguien pretende hacer una confiscación, sería en todo caso Funte al quererse apropiar de centros construidos con la recolecta del evento Teletón, para Los Pipitos.

Como es bastante conocido, la causa de la discapacidad le toca a mi familia muy de cerca. Lo que entendiblemente dista de ser el caso de Gómez.  Por tanto diría, que si ya no por empatía, al menos por civilidad, podría él tratar a mi familia con un poco más de respeto; en particular a mi hermana Ruth. Una madre de familia, fundadora de Los Pipitos, que durante 30 años ha venido trabajando incansable y comprometidamente por la causa que nos ocupa. Mis sobrinos, gemelos con síndrome de Down, son un ejemplo viviente de lo que esta asociación de padres predica y practica para lograr la inclusión social de los niños con discapacidad.

Al igual que miles de padres de familia y de miles de nicaraguense que han apoyado esta noble causa, me siento muy orgullosa de mis sobrinos y de la labor que mi hermana ha venido realizando en pro de todos los pipitos con discapacidad. Si a él  se le dificulta reconocer su labor, al menos podría tener la gentileza de tratarla con la consideración que ella, como madre, se merece. Aunque para decirlo claramente, Ruth no solo tiene la autoridad moral para pedirle cuentas claras a Funte, sino que como Tesorera de Los Pipitos está en su pleno derecho. Me resulta difícil entender cómo el señor Gómez, que dice estar tan identificado con la causa, no logra tener la menor simpatía por estas madres que no hacen más que defender y proteger a sus hijos—que son precisamente la causa. ¿No le parece esta una gran contradicción?

Pienso que no está a la altura de un directivo dirigirse al público con medias verdades; vaya y fácilmente se conviertan en mentiras. Efectivamente, Ruth Elizondo fue miembro de la Junta Directiva de Funte. Sin embargo, renunció a ese cargo, al igual que dos miembros directivos más, por estar cada uno en desacuerdo con la manera en que Funte estaba administrando los fondos. En particular, la falta de interés por ser eficientes y eficaces en el manejo de los recursos, tanto administrativos como del evento Teletón; la falta de información financiera completa. Tal vez Gómez es un miembro reciente en la Junta Directiva y aún no ha logrado ponerse al día con los datos históricos de la fundación. El punto es que las diferencias entre Los Pipitos y Funte, por asuntos financieros, llevan ya su rato.

Si en el criterio de Gómez la credibilidad de Funte está destruida, no es por causa mía. Mis artículos están debidamente sustentados en documentos que el público puede corroborar. Si  le preocupa mejorar la credibilidad de Funte, como Tesorero lo invito a responder un par de preguntas: ¿Cuál ha sido el destino de los 28 millones de córdobas que públicamente anunciaron producto de la última colecta? ¿Cuál es el saldo exacto de esta colecta Teletón 2017 a la fecha y donde está depositado ese dinero? Cuando logre presentar cuentas claras seguramente el público renovará su confianza.

La autora es Máster en economía y administración pública.

Opinión LA PRENSA Nicaragua Pipitos Teletón archivo
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