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León Viejo

El nuevo estadio y dos inundaciones

Si no se le encuentra una solución rápida, aunque sea temporal a este serio problema, ¿qué podemos esperar ahora en octubre, que históricamente es el mes más lluvioso en Nicaragua? Los ingenieros hidráulicos tienen la palabra y la Alcaldía de Managua y el Gobierno central la responsabilidad de tomar las medidas pertinentes.

Hace un par de años, cuando se comenzó a hacer el movimiento de tierra para la construcción del nuevo y espectacular Estadio Denis Martínez me fui a asomar un par de veces y observé un inmenso movimiento de tierra con el fin reducir el tamaño de la micropresa Tiscapa, que unos pocos años atrás construyó el exalcalde Dionisio Marenco.

Según informó Marenco en su oportunidad, esta micropresa tenía como objetivo embalsar, sedimentar, infiltrar y amortiguar el golpe de las aguas del cauce de la Subcuenca Central Tiscapa, que bajan de la zona del barrio Jonathan González, donde históricamente al no tener salida se empozaban, provocando frecuentes inundaciones. Esta es la misma zona donde se construyó el nuevo Hospital Militar.

La micropresa Tiscapa filtra efectivamente buena parte de la basura que viene del sureste por el cauce central, antes que sus aguas bajen hacia la laguna.

En una tubería subterránea, el cauce cruza la Carretera a Masaya e intercepta el otro ramal de la Subcuenca Central Tiscapa, que viene del lado oeste de la Carretera a Masaya. El cauce fue construido en los años ochenta en tiempos del exalcalde sandinista, Samuel Santos.

Me ha llamado la atención que jamás en la historia se habían producido inundaciones tan atípicas y de la magnitud que vimos durante dos días consecutivos, focalizadas en esta vulnerable microzona de Managua, luego de fuertes, pero cortos aguaceros.

Estas inundaciones son mucho más severas que las que una vez sufrió recurrentemente el barrio Jonathan González y que obligaron a Santos a buscar una salida de esta pequeña Subcuenca Central de Managua y verter sus aguas en la Laguna de Tiscapa, provocando como es sabido, un daño irreversible al ecosistema de la laguna. Este cauce, llamado también “Cauce Interceptor Tiscapa”, es el único de los cincos cauces de la capital que no va a parar al Lago de Managua.

Teorizando, no me parece casual el hecho, de que al disminuir la capacidad de la micropresa Tiscapa, para proteger o asentar parte de lo que hoy es el nuevo Estadio Denis Martínez, exista una relación causa-efecto con las dos inundaciones del pasado 28 y 29 de septiembre, precisamente en la misma zona de Bolonia, Hospital Militar, Barrio Jonathan González que conforma la subcuenca central Tiscapa.

Si el Estadio Denis Martínez se hubiera construido 100 metros más hacia el sur, no se hubiera tenido que rellenar buena parte de la micropresa, que tenía un volumen considerable, para amortiguar el golpe de las aguas que bajan con violencia por el cauce, máxime que los tubos de salida de esta tienen filtros para evitar que la basura caiga directamente a la laguna.

En consecuencia, este cauce que pasa debajo de la Carretera a Masaya se desbordó sobre la importante arteria, obstruyendo el paso vehicular el día jueves 28 y sus aguas —al no tener una evacuación adecuada— se acumularon más arriba del cauce en la zona de Price Smart Bolonia, Hospital Militar, provocando en cuestión de minutos, una asombrosa inundación.

Si no se le encuentra una solución rápida, aunque sea temporal a este serio problema, ¿qué podemos esperar ahora en octubre, que históricamente es el mes más lluvioso en Nicaragua? Los ingenieros hidráulicos tienen la palabra y la Alcaldía de Managua y el Gobierno central la responsabilidad de tomar las medidas pertinentes.

Una reflexión final: creo que este Gobierno central, que hoy en día es lo mismo que decir municipal porque este es un apéndice, durante diez años que lleva en el poder ha centrado sus esfuerzos en la ciudad de Managua por hacer obras que se ven, como los parques, que indudablemente están muy bien, pero ha descuidado las obras que no se ven, pero que son elementales para proteger la vulnerabilidad de la ciudad, ante un clima cada vez más impredecible.

Se trata de mejorar las arterias, o sea, el sistema de drenajes pluviales de la ciudad, las obras que no se ven, para proteger todo lo que se puede ver y se aprecia por encima. Este es un tema muy importante que sin duda generará debates en la campaña municipal, e incidirá en el voto el próximo 5 de noviembre.

El autor es periodista, exministro, exdiputado y fue candidato a Alcalde de Managua en el 2004

Columna del día estadio inundaciones lluvias archivo

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COMENTARIOS

  1. Carlos Arce
    Hace 7 años

    Claro si se robaron los terrenos y les regalaron los millones para hacer el estadio y pagar dichos terrenos así que fue un buen negocio de Fidel Moreno y sus patrones. Todo se hizo para robarse las donaciones de Taiwán no para hacer nada bueno.

  2. Chepeleon
    Hace 7 años

    Y los estudios ambientales que son requisitos para una nueva construcción de este tamaño, no demostraron la posibilidad de dicho problema, o es que se hizo el estadio a la zumba marimba?

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