Comunidades de los municipios de Potosí, Buenos Aires, Tola, San Juan del Sur y Altagracia, en la isla de Ometepe, cinco días después del paso de la tormenta tropical Nate, por territorio nicaragüense, continúan sin energía eléctrica o les llega de forma interrumpida.
Sin embargo, Rosario Murillo, coordinadora del Consejo de Comunicación y Ciudadanía, en su comunicación del mediodía de este lunes, dijo que hasta el momento se ha restablecido el 97 por ciento del servicio de energía eléctrica en las zonas afectadas por Nate, el restante está sin energía.
“El tres por ciento que se encuentra sin energía será restablecido en las próximas horas y corresponden a comunidades rurales con poca concentración poblacional. El personal de Enatrel y Disnorte-Dissur están trabajando aceleradamente en el restablecimiento del servicio”, dijo Murillo.
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En un programa radial oficialista en Rivas este lunes se dijo que existen siete cuadrillas de reparación trabajando en todo el departamento; sin embargo, la población reportó falta de energía eléctrica en cinco comunidades de Potosí: Sabanagrande, La Rinconada, El Limonal, El paso de Piedra, Santo Domingo Piche y Apompoá.
Unos 6,400 pobladores de las comunidades de Potosí se encuentaban sin electricidad desde el pasado jueves 5 de octubre. En el municipio de Buenos Aires la comunidad de El Cocal sigue en tinieblas. En Tola están sin servicio eléctrico las comunidades de La Virgen Morena, Las Salinas, Astillero, entre otras. En San Juan del Sur están sin energía eléctrica la zona de Zaragoza, El Genízaro y Las Pampas.
Y en Ometepe las comunidades del cerro Maderas y otras zonas rurales de la isla siguen sin energía eléctrica.
En el municipio de Rivas todavía hay zonas sin servicio eléctrico, como la parte norte de la comunidad de El Rosario, que es el área más poblada de esa comarca.
Henry Ruiz Condega, habitante del municipio de Altagracia, isla de Ometepe, detalló que en un recorrido que hizo por la zona del cerro Maderas comprobó que todo ese sector no ha sido atendido por las cuadrillas de reparación de los tendidos eléctricos.
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“Ahí eso está como abandonado, ninguna autoridad ha llegado a preguntarle a la población qué necesitan y como nadie llega, creo que ni han reportado los daños a la red eléctrica en Balgüe, La Palma, Corozal, San Pedro, San Ramón, Mérida, en fin todo el alrededor del volcán Maderas está sin energía eléctrica”, afirmó Ruiz Condega.
Responsabilidad compartida
Por su parte, Javier Mejía, oficial de recursos hídricos y energía de Centro Humboldt, manifestó que el suministro de energía en el país es una responsabilidad compartida, entre la empresa distribuidora que debe brindar un buen servicio e invertir continuamente en el mejoramiento de la red y el Estado, que tiene que supervisar el buen funcionamiento de esta empresa.
Cabe señalar que durante la emergencia que se generó en el país con la tormenta, la línea 125, donde se reportan averías en el servicio de electricidad dejó de operar, fue hasta el día sábado que la línea comenzó a funcionar.
Quejas de usuarios
María Luisa López, propietaria de la pulpería Anita en la comunidad Sabanagrande, en el municipio de Potosí, refirió que ha llamado varias veces al 125 “y me han respondido que hoy (ayer) lunes o este martes resuelven el problema, pero eso es mentira, porque la cuadrilla ha llegado como a 500 metros de aquí y repararon ahí cerca y se fueron porque saben que por estos lados hay postes caídos y cables reventados”, detalló.
Xiomara Acevedo Ibarra, habitante de La Rinconada, en Potosí, relató que en esa comunidad, ubicada a dos kilómetros del casco urbano, se cayeron cinco postes de madera que la empresa de distribución eléctrica nunca mandó a cambiar.
Consecuencias
Expertos en energía eléctrica que LA PRENSA ha consultado en ocasiones anteriores a la tormenta Nate han afirmado que cada vez que el sistema eléctrico se interrumpe provoca pérdidas económicas al país, pero además afecta servicios y actividades cotidianas. Asimismo han explicado que la redes de telecomunicaciones se ven afectadas porque se necesita electricidad. También han señalado que después de un apagón prolongado es seguro que el servicio de agua se interrumpe, porque los pozos necesitan de energía para bombear el agua que le llega a la población.
Arroceros claman por ayuda
El presidente de la Asociación de Arroceros de Nicaragua (ANAR), Ulises Espinoza, aseguró que pese a que han pasado varios días desde las lluvias, aún no han sido convocados por el Gobierno para evaluar los daños en el arroz que se cultiva en Sébaco y Malacatoya, los que fueron afectados por desbordamiento de ríos.
Espinoza afirmó que hasta ayer los productores andaban en las comunidades haciendo evaluaciones y además limpiando las vías de acceso debido a que existe preocupación porque varias fincas están en proceso de salida de la cosecha.
El representante gremial indicó que las fincas que están a orilla de Río Grande de Matagalpa y río Viejo fueron las más afectadas, algunas de las cuales reportan pérdidas totales de sus siembras y otras, daños parciales.
El exceso de lluvia, según Espinoza, provocaría un bajón en el rendimiento, por lo que están agilizando el proceso de salida de agua de las zonas de siembra para evitar mayores daños.
La preocupación de los productores también radica en que existen productores que están endeudados con el sistema financiero y temen tener dificultades con esta situación. ANAR espera tener un informe completo de afectaciones en esas dos zonas en los próximos días.