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Cartas al Director, farsas electorales

Cartas al Director

La Nica Act no es buena para el pueblo trabajador, pero sobre todo es mala para los corruptos y para el dictador que se roba las elecciones

Por qué se aprueba la Nica Act    

La Cámara de Representantes de los Estados Unidos (EE. UU.), ha decidido sometió a votación y aprobó el  proyecto de ley  denominado Nicaraguan Investment Conditionality Act, abreviado como Nica Act. Este  proyecto legislativo tiene como objetivo que EE. UU. vote en contra de los préstamos de los organismos multilaterales al gobierno de Nicaragua,  hasta que el presidente designado de Nicaragua restablezca la democracia, el sistema que lo llevó al poder  pero que después destruyó.

Pienso que la mayoría de los nicaragüenses no queremos que esa ley se apruebe,  no porque apoyemos la dictadura sino porque ya sufrimos un embargo económico y sabemos las consecuencias.    La dictadura utilizará esa ley como pretexto para vivir maldiciendo a los gringos y justificar  que sus proyectos no se realizan por el embargo estadounidense, mientras económicamente todos sus allegados siempre continuarán devengando miles de dólares como sueldos  mientras el pueblo no ajusta para comprar la canasta básica.

La Nica Act mandataría al secretario de Estado de EE. UU. a presentar al Congreso un informe sobre el involucramiento de altos funcionarios del Gobierno de Nicaragua en actos de corrupción, como el presunto  lavado de millones de dólares por parte de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) según testimonio del investigador Douglas Farah, ante una comisión del Senado de EE. UU. Según ese informe la organización IBI Consultants LLC ha podido detectar parcialmente más de dos mil millones de dólares en transacciones sospechosas de lavado de fondos de las FARC con la empresa Albanisa. Según Farah las FARC están lavando los fondos obtenidos mediante sus operaciones de extorsión y narcotráfico durante la prolongada guerra civil en Colombia.

También se sancionarán las violaciones a los derechos humanos, el retroceso democrático en el país, lo cual  en realidad es lo que preocupa al régimen. Por ello ha pagado millones de dólares a tres firmas de cabildeo en menos de un año en un intento de detener el proyecto legislativo.

Sin embargo, como revanchismo contra la Nica Act  la Asamblea Nacional orteguista aprobó la Ley de Defensa del Patrimonio Nacional,  para reclamar una indemnización a EE. UU. a la que el Estado de Nicaragua había renunciado en 1991. De esa manera  sepultó cualquier tipo de ayuda a los desmovilizados y retirados del Ejército bajo el argumento que el dinero que pague EE. UU. será para ellos. Mientras el tiempo pasa ellos mueren en la desgracia y se arrepienten de haber dado su sangre por una gente que ahora se lucra y que no quieren saber nada de ellos, ni atención médica les brinda, pero en sus actos politiqueros va a querer que esos desmovilizados les sirvan de tontos útiles y que hagan bulto y griten improperios contra los norteamericanos.

Así son los  populistas, mientras ellos se enriquecen y mandan el dinero fuera del país, piden que los pobres se multipliquen para engañarlos con migajas.

La Nica Act no es buena para el pueblo trabajador, pero sobre todo es mala para los corruptos y para el dictador que se roba las elecciones.

Alejandro Calero Dávila.    

Empresas en dirección contraria   

Es clásico el modo de gerenciar en Nicaragua. Nada fuera de lo común. Estipulado como la mayoría de los países occidentales. Se requiere de un gobernador (que en este caso puede ser gerente, coordinador o supervisor) para que todo marche bien. Fuera de esos márgenes se crea una anarquía. Esto es una verdad a medias y por tanto una verdad a medias es una mentira.

El progreso no se da por una persona, a menos que hablemos de personas geniales. Se le da mucho énfasis al líder, como un “héroe” de su departamentos. Se piensa que el jefe es un “súper héroe” con superpoderes. Para que pueda surgir la industria nicaragüense se debe adoptar el pensamiento japonés de pequeños grupos. Que los niveles operativos tomen decisiones. Este modelo genera flexibilidad. Empoderar a las personas de todos los niveles para hacer menos rígida la estructura. Una estructura muy rígida es más probable que se quiebre, una estructura flexible soporta embates de las circunstancias y puede restablecerse.

Para un terremoto no construirías vigas de alto contenido de carbono debido a que si bien es cierto son duras no tienden a doblarse, usarías acero que es rígido hasta cierto nivel y luego se elonga. De igual manera las empresas. Las organizaciones son orgánicas, tienen que mutar debido a causas externas y tienen que realizarlo velozmente. Una toma de decisiones de ocho meses en algunos casos puede ser fatal. Los japoneses entendieron que estamos en la Tercera Guerra Mundial, la guerra económica. Espero que Nicaragua no sea uno de los tristes fallecidos de esta guerra. La flexibilidad se debe cultivar. Debe de haber una preocupación por la cámara de comercio (esto es un tema fundamental, se discuten tarifas, salario mínimos y otros aspectos, pero no aspectos tan sencillos, evidentes e importantes). Las universidades deben de discutir este aspecto.
Maxwell Altamirano R.    

Nublados del Día

He observado  un error del redactor Fabián Medina en su reciente “En Letra Pequeña” del 21 de septiembre del corriente, sobre el asesinato de don Manuel Antonio De la Cerda, pues  localiza su fusilamiento en León cuando en verdad fue en Rivas. Para mejor trasfondo recomiendo la lectura de la novela histórica Doña Damiana. En algún otro historiador, leí en alguna ocasión Jinotepe como variante, pero la mayoría de referencias históricas apuntan a la plaza de Rivas.

Algunos agregan que el escarnio contra don Juan Argüello y el señor Narciso Arellano,  que también tuvieron que ver con el asesinato del primo de Cerda, el abogado (de San Carlos Borromeo, Guatemala) y su ministro el licenciado Juan Francisco Aguilar, a quien por si por algo hay que recordarle fue por su papel de secretario en la primera Junta de León, y en su “Acta de Nublados”, frase tan pero tan apropiada al destino de Nicaragua que pareciese dedicada a la actualidad también. “Mientras no se esclarezcan los Nublados del día”, célebre frase fechada un 28 de septiembre del 1821. Del asesinato del licenciado Aguilar, también independentista junto al obispo García Jerez, y el mismo Cerda, encontramos el origen de “La Pelona” como pseudónimo de la muerte, algo constatado en la jerga popular nicaragüense. (I.E. Cuidado con la pelona)  Dado que el Acta de Nublados fue nuestra propia “Declaración de Independencia” me preocupa el vacío en la historia local, y De la Cerda, en todo sentido fue el primer jefe de Estado, y es más recordado don Fruto Chamorro, primer presidente, en sí.

Junto a Tomás Ruiz Romero, nuestro propio padre-indio independentista (de Chinandega) quien hasta cierto punto ha sido reivindicado, ameritan estudio como próceres en su rol en la Independencia también el mismo De la Cerda y aun don Juan Argüello, por sus roles en los sucesos de 1811, mismo año que la conjura de Belén, y por la cual como bien menciona Medina fueron ambos encarcelados en Cádiz.

Entre las villas de La Inmaculada de Rivas, San Fernando de Masaya, y Santa Ana de Chinandega existe un invisible hilo conductor. Todos apuntan a la Independencia. O’Higgins (otro clérigo olvidado) en Masaya, Ruiz Romero en el barrio Santa Ana, y De la Cerda y Aguilar (quien fue paje del obispo Villegas) en Rivas confirman que la Independencia, al igual que en El Salvador con los tres curas Aguilar y Matías Delgado, fue impulsada por las iglesias locales.

Francisco Aguilar Juárez.   

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