Los perros son incapaces de reconocer su reflejo ante un espejo. Puede hacer la prueba y verá que lo único que logrará es que ladren sin parar. Según explica al New York Times la psicóloga Alexandra Horowitz, a diferencia de los chimpancés, que sí pueden reconocerse en un espejo, la única forma en que ellos puedan ser conscientes de sí mismos es a través de la orina. Por eso, cuando se ven en un espejo, después de ladrar, tratan de olfatear. El especialista en comportamiento animal Marc Bekkoff añade que también pueden reconocer el olor de la orina de sus dueños y que cuando sienten el olor de otro animal se ponen inquietos.
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