14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.
Para nuestro crítico La Estafa de los Logan es "una de las mejores películas del año languidece en el cine".

Para nuestro crítico La Estafa de los Logan es “una de las mejores películas del año languidece en el cine”.

Crítica de cine: La estafa de Los Logan

Nuestro crítico fue tajante con el estreno de La Estafa de Los Logan. "Una de las mejores películas del año languidece en el cine", dijo. ¿Está de acuerdo con él?

Una de las mejores películas del año languidece en el cine. Es una legítima especie en extinción: una comedia para adultos, cargada de risas y corazón. Con poca publicidad a su favor, Logan Lucky no ha conseguido la audiencia que merece. Aún están a tiempo de corregir ese problema.

En Carolina del Norte, dos hermanos, Jimmy (Channing Tatum) y Clyde (Adam Driver) deciden poner a prueba la maldición de la familia Logan y robar el principal estadio de carreras de Nascar. Cuentan con la complicidad de su hermana Mellie (Riley Keough), una estilista segura de sí misma. No será fácil. Necesitan sacar de la cárcel a Big Joe (Daniel Craig), maestro de las cajas fuertes y devolverlo a su celda sin que nadie se dé cuenta. Que el golpe sea en el día de la mayor carrera del año representa más dinero y más problemas.

Juan Carlos Ampié, crítico de cine. LA PRENSA/ ÓSCAR NAVARRETEJuan Carlos Ampié, crítico de cine. LA PRENSA/ ÓSCAR NAVARRETE
Juan Carlos Ampié, crítico de cine. LA PRENSA/ ÓSCAR NAVARRETE

Cuando no está construyendo películas experimentales (The Girlfriend Experience, 2009), el director Steven Soderbergh utiliza los géneros populares como caballos de Troya. Aprovecha la familiaridad de la audiencia con la comedia (Magic Mike, 2012), el drama de denuncia (Erin Brokovich, 2000) y la miniserie de época (The Knick, 2014-15) para explorar el comportamiento de comunidades particulares, la excentricidad humana, y las posibilidades del lenguaje cinematográfico. Estos proyectos, engañosamente ligeros, ocultan grandes reservas de compasión e ingenio.

Como la trilogía que inició con Ocean’s 11 (2001), Logan Lucky es un “heist film”, una “película de robo” que cambia el glamour adinerado de Las Vegas por la precaria pobreza de los “Estados rojos” del sur de Estados Unidos. Sus protagonistas son miembros de la clase trabajadora rural y suburbana, el lumpen-proletariado blanco. No es casualidad que los hermanos Logan inician sus vidas en las profesiones que se ofrecen como único pasaporte a la movilidad económica: deportista y soldado. Pero Jimmy se destroza una rodilla en la cancha y Clyde pierde un brazo en la guerra. Su miseria está enmarcada en mitología, la dichosa “mala suerte” de la familia.

Pareciera que la agenda de Soderbergh es rescatar la imagen del proletariado sureño blanco, en el preciso momento en que la elección de Donald Trump los identifica como punta de lanza en un repunte reaccionario. Las estrellas asumen arquetipos cómicos, pero los habitan con un curioso sentido de dignidad, sin burlarse de ellos. Incluso al establecer el alcance de su empresa criminal, Jimmy define límites honorables. Son “buenos ladrones”, motivados por reivindicar las ignominias del orden social y algunos problemas prácticos: Bobby Joe (Katie Holmes), exesposa de Jimmy, le anuncia que pronto se mudará a otro Estado, tras la estela emprendedora de la familia de su segundo marido. Para resistir legalmente o seguirla al otro lado de la frontera, él necesita dinero.

Soderbergh y sus actores sugieren años de experiencias en pequeños gestos y cruces de miradas. Nadie verbaliza la historia del matrimonio fallido de Jimmy y Bobbie Joe, pero uno descifra el romance de escuela secundaria, el embarazo precoz, el desencanto de una vida de limitaciones y el segundo matrimonio que la lleva a la clase media. En la implícita falta de oportunidades y asimetrías, está el artero mensaje político del director. Puede que estos blancos voten por Trump, pero eso no quiere decir que los beneficie de alguna manera.

El británico Daniel Craig se despoja de la sofisticación de James Bond, asume un creíble acento sureño, y se divierte como nunca como Big Joe. No se asuste si lo nominan al Óscar. Bellamente actuada y dirigida, Logan Lucky es un comedia chispeante y sustancial.

Lea también: Crítica de cine: Blade Runner 2049

Puede interesarte

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí