Millones de personas atendidas en instituciones hospitalarias en el mundo contraen infecciones. Según datos ofrecidos por la OMS en 2016, unos 313 millones de personas son sometidas anualmente a cirugías en todo el mundo, de las cuales un 31 por ciento sufre de infecciones posquirúrgicas, con estadías adicionales de cuatro a veinte días en el hospital.
“Cada año, cientos de millones de pacientes de todo el mundo se ven afectados por infecciones asociadas a la atención sanitaria (IAAS). Aunque las IAAS constituyen el evento adverso más frecuente en la atención sanitaria, aún se desconoce su verdadera carga mundial debido a la dificultad de reunir datos fiables”, señala la organización.
Ante esta realidad, en octubre de 2005, la Organización Mundial de la Salud (OMS) lanzó una campaña mundial para disminuir las infecciones asociadas a la atención de salud en los hospitales, bajo el lema Una atención limpia es una atención más segura. La iniciativa forma parte las Metas Internacionales de Seguridad del Paciente, promovidas por la OMS en conjunto con la Joint Commission International (JCI), como desafíos globales de la salud.
El doctor Guillermo Porras, jefe médico de Medicina Interna e Infectólogo del Hospital Vivian Pellas, explicó que antes se hablaba de infecciones nosocomiales, pero ahora el concepto se ha ampliado y se habla de infecciones ligadas al servicio de salud, porque se ha visto que el riesgo de infecciones no solamente es de personas que están hospitalizadas por un tiempo, sino que también que está afectando a personas que llegan transitoriamente a realizarse un procedimiento, como una hemodiálisis y luego salen, o personas que llegan por estancias cortas de 48 horas como el caso de un cateterismo cardíaco y después se van.
“Antes se tenía el concepto que una infección se desarrollaba después de 48 horas de estancia hospitalaria, pero ahora se sabe que puede desarrollarse en estancias cortas. Algo que es muy importante establecer es que cualquier persona que ingrese a un hospital en calidad de paciente ya lleva un riesgo inherente ante tal situación”, afirmó.
Riesgos
El especialista comentó que “toda persona que entre caminando a realizarse un procedimiento mínimo ya lleva riesgo porque depende de otros factores como su estado inmunológico, edad, si ha estado expuesto a antibióticos previamente; este es un país donde desafortunadamente hay mucha automedicación, entonces todos esos factores van determinando el riesgo”.
“Estamos en la era de la resistencia bacteriana debido a la automedicación de antibióticos, de alguna manera las bacterias han mutado y les ha permitido sobrevivir y, en uno de sus mecanismos de autodefensa, se convierten en bacterias resistentes a los antibióticos, eso hace que los pacientes se vean afectados por infecciones que pueden ser muy agresivas”, dijo el especialista.
Infecciones más frecuentes
El doctor Porras indicó que una de las infecciones más frecuentes es la flebitis, aunque no siempre es una infección, es un evento adverso, porque es el desarrollo de una irritación en el sitio donde se canaliza una vena para administrar un medicamento y eso provoca un malestar en el paciente.
Explicó que para eso se crea un paquete de cuidados. “Se ha demostrado que usar sustancias combinadas de alcohol y clorhexidina al momento de canalizar disminuye los riesgos y lo otro es usar un sistema de supervisión directa”, ejemplificó. “En el Hospital Vivian Pellas no tapamos el sitio de la punción con un esparadrapo, lo que se utiliza es una cubierta transparente que le permite al personal de salud estar vigilando todos los días, y a cada momento, si se ha producido una irritación y así detectar tempranamente cualquier complicación”, agregó.
Otras de las infecciones relativamente frecuentes son los sitios quirúrgicos, donde se hacen las incisiones. En este sentido, el especialista aclaró que “no tiene que ver con los quirófanos”, ya que pensar que las bacterias andan en el ambiente, se desprenden de las paredes y caen en la herida quirúrgica, es teoría del siglo XIX y no es cierto.
Indicó que las infecciones del sitio quirúrgico son producto de las bacterias de nuestra piel y para ellas también hay un paquete de cuidado específico que consiste en que el paciente debe bañarse el día de la cirugía con un jabón a base de clorhexidina, luego, cuando ya está en sala de operaciones es fundamental usar antibióticos preventivos para disminuir la carga de bacterias en el área de la cirugía. “Para eso ya hay un protocolo bien establecido internacionalmente y nosotros en el hospital tenemos una guía de prevención antimicrobiana que nos permite seleccionar el antibiótico adecuado, en el momento preciso y en la dosis indicada y eso disminuye la cantidad de bacterias en el sitio de la cirugía”, dijo.
Adicionalmente se limpia el sitio de la cirugía con esta mezcla de alcohol con clorhexidina que se ha demostrado que es más eficaz que el iodopovidona con alcohol que no se usa en el Hospital Vivian Pellas.
La neumonía asociada a ventilador es una de las infecciones con la tasa más alta de mortalidad reportada y es otro ejemplo de infección ligada al cuidado de la salud.
En este caso los pacientes con neumonía que están en cuidados intensivos, por su condición de gravedad, necesitan que se les inserte un tubo hacia la tráquea para poder ventilarlos mecánicamente. “Obviamente a cualquier persona a quien se le introduzca un objeto extraño está en riesgo de infección, aunque sea algo para salvarle la vida”, manifestó el doctor Porras.
El paquete de cuidado para este riesgo cuenta con un sistema cerrado de succión y una cama que permite poner al paciente en una inclinación de 30 grados. “Este es uno de los parámetros que la Joint Commission International evalúa y vigila cada vez que nos supervisa: si nuestros pacientes conectados a un ventilador tienen la inclinación adecuada en su cama, para que las secreciones del paciente no contaminen los pulmones”, detalló el doctor Porras.
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Estrategias
Estrategias del Hospital Vivian Pellas para abordar el tema de las infecciones asociadas a la atención de los pacientes:
Actualmente se hace énfasis en que los hospitales se centren en el control de infecciones como un modelo de calidad, de hecho, es un parámetro de calidad del HVP.
El Hospital Vivian Pellas cuenta con un Programa de Control de Infecciones que busca minimizar ese riesgo con procesos sistemáticos, validados y basados en ciencia, de tal forma que si se detecta cuáles son las infecciones asociadas a cuidados de la salud que se quieren prevenir, se implementan unos Paquetes de Cuidado para disminuir los riesgos de contagio.
“Cuando se tiene un Programa de Control de Infecciones uno determina cuáles son las infecciones que vamos a prevenir y a partir de eso se diseñan una serie de intervenciones que han sido demostradas por diferentes estudios científicos que son útiles y de todas esas intervenciones se seleccionan las que se consideran necesarias, como los Paquetes de Cuidados que son estrategias muy exitosas”, dijo el doctor Guillermo Porras, jefe médico de Medicina Interna e Infectólogo del Hospital Vivian Pellas.
Otra cosa que va de la mano con el Programa de Control de Infecciones es la vigilancia microbiológica, es decir que para tener un programa fuerte, consistente como el que tiene el HVP, se debe tener un excelente laboratorio de microbiología porque de nada sirve tener un paquete de cuidados y que los pacientes desarrollen una infección y tener dudas sobre cuál bacteria los está afectando, qué bacteria les está provocando la infección.
El Hospital Vivian Pellas cuenta con un buen laboratorio de microbiología por métodos tradicionales por cultivo y ahora también con diagnóstico molecular, que es el Gnexpert para pruebas de diagnóstico rápido de bacterias resistentes.
Explicó que los colonizados vienen de otros hospitales donde ya tienen bacterias resistentes. “Entonces nosotros hacemos pruebas de tamizaje en Gnexpert para determinar si tienen una bacteria que se llama estafilococo aurea resistente a la penicilina y lo que hacemos es un hisopado en la nariz. Si sale positivo procedemos a hacer una intervención para buscar cómo descolonizarlo, ver cómo no sea portador de esa bacteria, porque si ese paciente va después a una cirugía es un riesgo”, dijo.
Agregó que también vigilan si el paciente llega con bacterias resistentes a los carbapenemes que son un verdadero dolor de cabeza, consideradas un problema de salud pública mundial.
“Afortunadamente nosotros en el HVP no la tenemos autóctona y las que hemos detectado nos vienen de afuera, entonces hacemos una prueba y cuando lo detectamos hacemos inmediatamente una intervención que incluye medidas de aislamiento para evitar el contagio de otros pacientes, estas medidas han sido exitosas porque esas bacterias no se han quedado con nosotros. Tenemos un buen soporte microbiológico, de hecho, somos el único hospital en Nicaragua que tiene métodos moleculares para la vigilancia de las infecciones asociadas al cuidado de la salud”, finalizó el doctor Porras.
“El Hospital Vivian Pellas tiene la tasa más baja de infecciones asociadas al cuidado de la salud aquí en Nicaragua. Lo decimos categóricamente porque tenemos menos de dos por cada cien egresos, tenemos siempre un promedio de 1.5 y eso es bien bajo, de hecho me atrevería a decir que tenemos una de las tasas más bajas de Latinoamérica y la tasa más baja en Centroamérica y el Caribe”.
Dr. Guillermo Porras, jefe médico de Medicina Interna e Infectólogo del Hospital Vivian Pellas