La última gran obra ingenieril finalizada en Nicaragua es el estadio de beisbol, su construcción tardó año y medio. Ahora, en el doble de ese tiempo (tres años) se espera contar con obras físicas del Gran Canal Interoceánico. Según el Gobierno se sigue trabajando. En el boletín de enero de este año de la empresa concesionaria de la obra, HKND se expone que el plan maestro del puerto Brito se encuentra próximo a finalizar, además asegura que se está iniciando el estudio geotécnico de la esclusa oeste.
Sobre lo que ha afirmado HKND, el Gobierno no ha brindado mayores detalles. En la publicación del Libro Blanco de este proyecto, solo confirman que se sigue avanzando y que se renovó la aprobación del permiso ambiental.
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Al respecto, Víctor Campos, director del Centro Humboldt, explicó que es evidente que no existen obras físicas sobre el Gran Canal, y que en lo que se debe estar avanzando, ya que no se tiene certeza, es en “todos los vacíos que identificó el estudio de ERM (consultora británica -Environmental Resources Management )”.
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Campos también criticó que el Gobierno haya emitido un permiso ambiental sin que se haya presentado los estudios que habían quedado pendientes; entre estos, la disponibilidad hídrica, que es importante para saber si se va a contar con agua o no, en el caso que se llegase a construir el Canal Interoceánico; el manejo de cuencas y reforestación, manejo de sedimentos que extraerían debido a la remoción.
Más dinero para el Gran Canal
Desde el 2013 la Comisión del Gran Canal recibe partidas vía el Presupuesto General de la República. Este hecho para el economista Enrique Sáenz, significa que “la retórica sobre el Canal se ha reducido a un instrumento de propaganda del régimen (partido de Gobierno), hoy más necesitado que nunca de preservar esperanzas en sus bases de que las cosas pueden mejorar en el futuro”.
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Esto debido a que el Gobierno sufre un “desgaste progresivo en su credibilidad ante el desplome de la cooperación petrolera venezolana, la cancelación de megaproyectos como Tumarin (hidroeléctrica) y la refinería, el fracaso en la generación de empleos plenos y de calidad, más la cancelación de programas sociales que fueron insignia como el bono solidario, y la reducción de otros como el hambre cero y plan techo, que ahora tienen que pagarse”, expresó.