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Guillermo Areas Cabrera

Las lecciones de Irma y María

A raíz de los efectos del huracán María, en los servicios de energía eléctrica de Puerto Rico, los cuales fueron destruidos en un ciento por ciento, la empresa Tesla ha ofrecido al gobierno de dicha isla como medida preventiva para que lo anterior no vuelva a ocurrir, la instalación de sistemas independientes de energía solar y baterías.

Creo que siguiendo el dicho de “al buen entendedor con pocas palabras” o sea que el inteligente entiende con una vez que le digan las cosas, las autoridades del estado de la Florida comprendieron que el problema primordial no está en la fuente de la energía, el problema se origina en cómo llega esa energía a su destino final.

En Puerto Rico, las redes de transmisión, totalmente aéreas, en su mayoría a base de postes de madera fue totalmente destruida y ni hechos brujos los productores de postes de luz, ya fueran de madera o de cemento tienen capacidad de producción y reposición para en una semana o un mes poder reanudar el servicio eléctrico en la isla. Por eso el atraso en la reiniciación del servicio.

En la Florida después de la destrucción causada por el huracán Andrews en 1992, comenzaron a reponer sus postes de luz de madera por postes de concreto y con diseño especial reforzado en sus bases para que estos no cedieran tan fácilmente ante el impacto de los vientos huracanados. Hoy día lo anterior les permitió el restablecimiento de la energía eléctrica en tiempos razonables.

Irma y María, les enseñaron una nueva lección: cables de luz bajo tierra. Sistema el cual viene instalándose desde hace un poco más de una década en muchas nuevas urbanizaciones, pero ahora ante la violencia de estas dos señoras, la ciudad de Miami quiere hacer obligatorio el que los cables de electricidad vayan por debajo de tierra y así evitar que la red de transmisión pueda ser afectada por la caída de árboles o la fuerza de los vientos que tumba postes de luz.

Condados por toda la Florida ya están estudiando los beneficios que pueden obtener con los tendidos eléctricos subterráneos. En la ciudad de Miami la idea es que el municipio ponga toda la infraestructura, es decir, todo el sistema de tubos conductores y la distribuidora tendería los cables.

De acuerdo con la empresa distribuidora de energía la Florida Power and Light, “las interrupciones de energía son menos frecuentes con líneas subterráneas, pero normalmente son más prolongadas en razón del proceso de reparación” y sus reparaciones más costosas.

A como sea, los “enemigos de la humanidad” ya iniciaron el proceso de estudios y decisiones de cómo proteger su red de distribución de energía eléctrica en contra de los huracanes en aquellos estados que son afectados por los mismos dada su posición geográfica.

Mr. Nate solo nos echó una mala mirada y ya vimos los resultados. ¿Qué sucedería en el paisito si una Irma o una María nos dieron una bofetada en la cara (Managua)? No hay duda que nuestros postes de luz volarían como palillos y los de concreto serían tirados al suelo, pues solo van enterrados sin ninguna mezcla de concreto que los adhiera al suelo y les sirva de punto de gravedad.

¿Cuánto tiempo pasaríamos sin energía? Con la demostrada eficiencia de Unión Fenosa la cantidad de recursos que destina a la mejoría de la infraestructura eléctrica y grandes reservas de inventarios en previsión de desastres, yo calculo que al menos un año.

Que nuestros gobernantes aprendan algo de Irma y María.
Sanctus Deus, misereátur nostri. Amen
El autor es abogado.

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