El muchacho de la colonia Nicarao, Crístofer González (25-0-3), cumplió su palabra de regresar al país con el título Internacional del Consejo Mundial de las 112 libras. Noqueó en el séptimo asalto a Mohammed Obbadi (13-1-0) en Palasport Maurizio Crisafulli, Italia. El italiano no soportó la pegada del “Látigo” y decidió que era suficiente, quedándose en su esquina para no salir en el octavo round. González fue de menos a más, se enredó al principio por la buena movilidad de cintura del europeo, pero poco a poco encontró la distancia, su derecha entraba con contundencia y su izquierda lacerante como herramienta de apertura fue clave para que Obbadi terminara con el rostro abollado.
En el primer asalto las cartas se tiraron sobre la mesa. “El Látigo” buscando a Obbadi y el italiano escapando confiado en su movilidad, aunque no hubo mucha acción, el nicaragüense falló muchos golpes y su rival supo puntear mejor. En el segundo Obbadi siguió con la misma sintonía, González continuaba fallando su mejor mano: la derecha, pero dio un buen síntoma al enviar un aviso de un golpe de fortaleza, mientras llevaba a su oponente a las cuerdas.
Encontró la distancia
Durante el tercer round la situación cambió para González, una derecha en volado hizo retroceder a Obbadi. El nicaragüense había encontrado el mapa del tesoro. A la distancia y siguiendo ferozmente al italiano, “El látigo” provocó que su rival tambaleara un poco. En el asalto posterior, Obbadi trató con eficacia de volver a confundir al pinolero con su cintura, y aunque González no se había lanzado por completo a embestir al rival, logró cerrar fuerte con un “one-two” en las cuerdas.
“Vamos a tirar más”, fue lo que su esquina dirigida por Róger González y Wilmer Hernández, le decía a González. A partir de ese round el combate se colocó totalmente para el nicaragüense. Salió con más determinación, grandes intercambios de golpes saliendo favorecido e incluyó a su repertorio de castigo contra Obbadi el upper cut. Y aunque el sexto round empezó sin mucha acción, el cierre fuerte de González le dio el color necesario.
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En el último asalto González se agigantó. Empezó a usar todo su repertorio, se sentía dueño del ring y su puntería mejoró. Jab, upper, volado y un intercambio violento causaron que Obbadi dijera no más después de irse a su esquina y reflexionar. Los puños del “Látigo” parecían de piedra. El italiano un poco jadeante y González como si apenas el combate comenzaba. González dio un paso importante en su carrera, ahora se coloca cada vez más cerca de su oportunidad titular.