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El Coyotepe

La fortaleza El Coyotepe tiene un estilo arquitectónico con reminiscencias medievales. LA PRENSA/Óscar Navarrete

Galería | El Coyotepe, monumental

La fortaleza de El Coyotepe, monumento nacional desde 1967, ha sido testigo de cómo los gobiernos, desde José Santos Zelaya hasta el último de la dinastía somocista, reprimen a los opositores con cárcel. Allí resistió Benjamín Zeledón a los marines. Desde ahí la Guardia bombardeó Masaya

La fortaleza de El Coyotepe la comenzaron a construir durante los 30 años de gobiernos conservadores, para defensa y resguardo del paso del ferrocarril, y el presidente liberal José Santos Zelaya terminó de darle forma para repeler ataques opositores. Lo primero que se construyó fueron cuatro torreones o cachimbones, en forma de semicírculo, como de seis u ocho metros de altura, en cada uno de los cuatro puntos cardinales.

Zelaya la acondicionó para cárcel y cuartel de tropas.En la llamada guerra de Mena, el 2 de octubre 1912, desde El Coyotepe el general Benjamín Zeledón resistió a los marines norteamericanos mandados a llamar por el presidente Adolfo Díaz. Zeledón murió dos días después en el camino a Catarina.
En 1936, Anastasio Somoza García le mandó a construir muros de piedra en los cuatro costados y también le hizo cárceles subterráneas.En 1964, el somocismo entrega El Coyotepe, 67 manzanas de terreno que incluyen la fortaleza, a los Scouts de Nicaragua, los dueños actuales.

Desde 1964, cuando el somocismo entregó El Coyotepe a los Scouts de Nicaragua, hubo tres momentos en que estuvo en otras manos: 1972, cuando sirvió de albergue a damnificados del terremoto de Managua, quienes hasta un incendio provocaron, quemándose una sala donde se exhibían armas; 1978, cuando en la insurrección la Guardia bombardeó Masaya y en 1983, cuando Daniel Ortega le entregó el lugar a la Asociación de Niños Sandinistas (ANS). Doña Violeta Barrios de Chamorro, en 1990, devolvió El Coyotepe a los Scouts, quienes encontraron el lugar en ruinas.
Desde 1964, cuando el somocismo entregó El Coyotepe a los Scouts de Nicaragua, hubo tres momentos en que estuvo en otras manos: 1972, cuando sirvió de albergue a damnificados del terremoto de Managua, quienes hasta un incendio provocaron, quemándose una sala donde se exhibían armas; 1978, cuando en la insurrección la Guardia bombardeó Masaya y en 1983, cuando Daniel Ortega le entregó el lugar a la Asociación de Niños Sandinistas (ANS). Doña Violeta Barrios de Chamorro, en 1990, devolvió El Coyotepe a los Scouts, quienes encontraron el lugar en ruinas.
Las tres cruces en el patio de la fortaleza indican el lugar donde fueron asesinados por la Guardia Nacional los guerrilleros sandinistas Ismael Castillo, Walter Mendoza Martínez y Franklin Porras, el 7 de julio de 1979. La Academia de la Policía lleva el nombre de Walter Mendoza y los estudiantes de la misma llegan a El Coyotepe para rendirle honores cada 7 de julio.
Las tres cruces en el patio de la fortaleza indican el lugar donde fueron asesinados por la Guardia Nacional los guerrilleros sandinistas Ismael Castillo, Walter Mendoza Martínez y Franklin Porras, el 7 de julio de 1979. La Academia de la Policía lleva el nombre de Walter Mendoza y los estudiantes de la misma llegan a El Coyotepe para rendirle honores cada 7 de julio.
La fortaleza El Coyotepe está en un lugar estratégico en la entrada a Masaya. Desde ahí se pueden contemplar las ciudades de Managua y Masaya y también la laguna de esta ciudad. Ubicado a 26 kilómetros de Managua, El Coyotepe es un montículo volcánico que tiene una elevación de 340 metros sobre el nivel del mar.
La fortaleza El Coyotepe está en un lugar estratégico en la entrada a Masaya. Desde ahí se pueden contemplar las ciudades de Managua y Masaya y también la laguna de esta ciudad. Ubicado a 26 kilómetros de Managua, El Coyotepe es un montículo volcánico que tiene una elevación de 340 metros sobre el nivel del mar.

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Pasillo que está en el sótano de la fortaleza El Coyotepe, cerca de las celdas de castigo. La fortaleza tiene un gran valor histórico, estilo arquitectónico, una buena localización geográfica y un hermoso entorno paisajístico, pero principalmente es un excelente monumento militar. Aquí estuvieron presos, durante la dictadura somocista, muchos líderes opositores, entre los que destacan Carlos Fonseca Amador, Camilo Ortega Saavedra y Tomás Borge.
Pasillo que está en el sótano de la fortaleza El Coyotepe, cerca de las celdas de castigo. La fortaleza tiene un gran valor histórico, estilo arquitectónico, una buena localización geográfica y un hermoso entorno paisajístico, pero principalmente es un excelente monumento militar. Aquí estuvieron presos, durante la dictadura somocista, muchos líderes opositores, entre los que destacan Carlos Fonseca Amador, Camilo Ortega Saavedra y Tomás Borge.

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Esta puerta de hierro tiene no menos de 80 años de estar en la fortaleza El Coyotepe y, según los guías turísticos del lugar, era utilizada para que no penetrara la luz en la celda conocida como “ciega”. En esta celda no se veía ni la palma de la mano y los presos que permanecían años ahí perdían la visión, se volvían locos y perdían la noción del tiempo. Además, tenían que encontrar el orificio en donde realizaban sus necesidades tanteando con la mano, porque no se miraba nada.
Esta puerta de hierro tiene no menos de 80 años de estar en la fortaleza El Coyotepe y, según los guías turísticos del lugar, era utilizada para que no penetrara la luz en la celda conocida como “ciega”. En esta celda no se veía ni la palma de la mano y los presos que permanecían años ahí perdían la visión, se volvían locos y perdían la noción del tiempo. Además, tenían que encontrar el orificio en donde realizaban sus necesidades tanteando con la mano, porque no se miraba nada.
La celda de tortura. Aquí, cuentan los guías turísticos, habían unos grilletes a los cuales amarraban con las manos hacia arriba a los prisioneros y luego los golpeaban con palos que tenían alambres de púas enrollados. Todavía hay sangre de los prisioneros en las paredes. Aquí se realizaban torturas tanto físicas como psíquicas. Les arrancaban las uñas con tenazas a los reos, les amputaban los dedos, les cortaban la lengua y les apagaban cigarrillos encendidos en partes nobles del cuerpo. También había una silla eléctrica. Los guías comentan que en esta celda de tortura es donde habría sido castrado Tomás Borge.
La celda de tortura. Aquí, cuentan los guías turísticos, habían unos grilletes a los cuales amarraban con las manos hacia arriba a los prisioneros y luego los golpeaban con palos que tenían alambres de púas enrollados. Todavía hay sangre de los prisioneros en las paredes. Aquí se realizaban torturas tanto físicas como psíquicas. Les arrancaban las uñas con tenazas a los reos, les amputaban los dedos, les cortaban la lengua y les apagaban cigarrillos encendidos en partes nobles del cuerpo. También había una silla eléctrica. Los guías comentan que en esta celda de tortura es donde habría sido castrado Tomás Borge.
La celda de castigo donde encerraban a los reos que tenían contacto con el exterior a través de tragaluces.
La celda de castigo donde encerraban a los reos que tenían contacto con el exterior a través de tragaluces.
Todas estas imágenes fueron tomadas por el fotógrafo Óscar Navarrete.
Todas estas imágenes fueron tomadas por el fotógrafo Óscar Navarrete.

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