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Hospitalización Semiprivada del Hospital Vivian Pellas

Hospitales limpios salvan más vidas

Cuidados hospitalarios para evitar infecciones

Cocinar, limpiar, lavar, sacar la basura y ordenar la ropa limpia o sucia son tareas que en un hospital se vuelven fundamentales y delicadas pues están estrechamente ligadas a la seguridad del paciente y el control de infecciones. Las personas involucradas en estos procesos en el Hospital Vivian Pellas nos comparten cómo es la manera correcta de hacerlo.

La instalación de dispositivos con alcohol gel en todas las áreas públicas y clínicas del hospital es una de las medidas más visibles para contribuir a la higiene de las manos de pacientes, visitantes y personal hospitalario, sin embargo, hay otros aspectos que no son tan notorios, pero que juegan un gran papel en la barrera establecida para prevenir infecciones, como por ejemplo, las normas de lavandería, el manejo de desechos sólidos del hospital, el mantenimiento de aires acondicionados libres de patógenos, el manual de higiene y manipulación de los alimentos y el de limpieza del edificio, explica Ericka Lawrence, jefa de Epidemiología del Hospital Vivian Pellas.

Cada una de estas políticas, manuales, guías y normas, describen a detalle los procesos de operación en el hospital, desde la temperatura en que se almacena una verdura, hasta el tipo de desinfectante que se usa en cada área de las instalaciones, e incluso el establecimiento de horarios y pasillos para el paso de los diferentes tipos de basura y las normas para el traslado de ropa sucia y limpia.

Parte del equipo que ejecuta el Programa de Prevención y control de Infecciones en diversas áreas del Hospital Vivian Pellas.

Manipulación de alimentos

Rita Padilla, jefa de Nutrición del HVP, indica que el hospital adquiere únicamente alimentos con registro sanitario, a los que se les verifica la calidad y la fecha de vencimiento.

En el caso de los perecederos hay un sitio de recepción donde se lavan y desinfectan antes de ingresarlos a la cocina. Una vez ahí, se almacenan de acuerdo con la temperatura adecuada.

En frigoríficos separados se almacenan las carnes y los lácteos, todo debidamente etiquetado con su fecha límite de vencimiento, igualmente las salsas deben tener un sello donde se especifican sus fechas de preparación y de expiración.

El personal de cocina usa medios de protección, tanto para evitar accidentes, como para asegurar la inocuidad de los alimentos que se preparan.

Una política muy importante es evitar a toda costa la contaminación cruzada, para lo que en la cocina se disponen de mesadas y tablas para cada clase de alimento, por ejemplo, hay tablas verdes para frutas y verduras; rojas para las carnes, y amarillas para los quesos.

Una buena práctica es el uso de cucharas descartables para probar el sabor de los platillos.
El aseo de la vajilla requiere de alta temperatura y una estricta desinfección, y la elaboración de las dietas para pacientes especiales exige una cuidadosa preparación y distribución en bandejas etiquetadas, detallando la dieta correcta para el paciente correcto.

Hay un monitoreo diario por parte del jefe de cocina, quien supervisa desde la red de frío para el mantenimiento de las provisiones y el estado del almacenamiento de los granos básicos, hasta el uso obligatorio de guantes y otras prendas por parte del personal, así como el estado de los equipos. Se implementa, además, un programa semanal de fumigación en la cocina y bodegas.

El Departamento de Epidemiología realiza una trazabilidad para detectar el cumplimiento de buenas prácticas cada dos meses y la Gerencia de Calidad inspecciona en cualquier momento.

La lavandería

El personal de lavandería no está en contacto directo con el paciente, pero sí a través de la ropa que procesa.

La ropa sucia se recibe, se pesa, y se coloca en los equipos de acuerdo con la capacidad que tengan. Asimismo, se clasifica para separar las prendas contaminadas del resto dentro de una habitación especial, para lavarse por separado con temperaturas altas y químicos especiales. Se cuenta con lavadoras industriales operadas con fórmulas programadas con productos biodegradables. Una de las lavadoras es exclusiva para los neonatos, explica Dalila Morales, jefa de Lavandería.

Luego, la ropa ya limpia y desinfectada, se pasa a secadoras y se plancha en rodos industriales, se dobla y se organiza para la distribución con medios de protección para evitar que pueda contaminarse. Existen también horarios de recorridos para el traslado de la ropa sucia y otros para la ropa limpia.

El proceso de limpieza de las instalaciones

“La limpieza de un hospital requiere de efectivos protocolos para el control de infecciones como factor clave para garantizar la calidad y seguridad en la atención a los pacientes”, dice Darling Gago, jefa de Limpieza.

Explica que el servicio de limpieza del HVP está a cargo de una empresa acreditada con la norma internacional ISO 9001, pero los procedimientos de limpieza son propios del hospital conforme a sus estándares, por lo que el personal de esta empresa es capacitado en estos métodos.
La empresa está sometida a constantes evaluaciones y a su vez monitoreada por supervisores del hospital, de tal manera que garanticen el cumplimiento del mismo.

Los procedimientos se dividen de acuerdo con las diferentes áreas del hospital: baños públicos, pasillos públicos e internos, escaleras, habitaciones de los pacientes, quirófanos y áreas administrativas y clínicas.

Los productos químicos son monitoreados y distribuidos diariamente, previa verificación de su principio activo, de tal manera que se garantice la efectividad del desinfectante que se utiliza en el hospital.

¿Cómo se maneja la basura?

El manejo adecuado de la basura tiene un rol importante para garantizar la seguridad de los pacientes, colaboradores y visitantes.

El Hospital Vivian Pellas clasifica la basura de acuerdo con los lineamientos de la Organización Mundial de la Salud: desechos comunes y desechos peligrosos, estos últimos son los desperdicios bioinfecciosos y los especiales como los radiactivos, químicos y farmacéuticos.

Todas las áreas del hospital cuentan con recipientes etiquetados según el tipo de basura y para minimizar el riesgo de manipulación y contaminación cruzada son de tapa y pedestal.

Una vez generados estos desechos, son recolectados y transportados de acuerdo con el tipo de desperdicio en un ascensor asignado para esta actividad, de tal manera que se garantice la limpieza y desinfección del elevador utilizado para ese fin. Posteriormente, la basura recibe el tratamiento final, según las leyes del país. Asimismo, el personal que maneja la basura es sometido a chequeos periódicos de salud.

La basura también se pesa porque el Hospital Vivian Pellas tiene un plan de mejora para la reducción de desechos, con metas específicas, como parte de su Responsabilidad Social Ambiental. El HVP ha sido galardonado con el premio a la Producción más Limpia.

“Como hospital certificado por la Joint Commission International, tenemos establecido procesos seguros en donde la calidad juega un rol importante en el día a día. Monitoreamos el cumplimiento de las políticas, verificando de forma sistemática que nuestros colaboradores las cumplan. Como parte de la Mejora Continua, rediseñamos y optimizamos nuestros métodos, con el fin de reducir los riesgos que puedan afectar a los pacientes”.

María José Almanza, jefa de calidad del Hospital Vivian Pellas.

 

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