Como se sabe, las aplicaciones militares han producido un número considerable de inventos modernos tales como el GPS, satélites, computadoras, vehículos 4×4 -como el legendario Jeep (derivación inglesa de GP, o General Purpose Vehicle)- hornos de microondas, los contenedores de carga para barcos mercantes, entre otros.
De la misma manera, los ejércitos contemporáneos han desarrollado también rutinas administrativas para que las diferentes fuerzas de tarea puedan evaluar continuamente su actuación y aprender sus éxitos y oportunidades para la mejora.
La herramienta gerencial RPA es un recurso poderoso aplicable para las empresas y organizaciones diversas en ayudar a identificar estos factores, que dentro del contexto de resultados fueron precursores de éxitos o de fallas críticas, siendo necesario documentarlos e incorporarlos al acervo de lecciones aprendidas de los entes colectivos.
Su origen proviene de las misiones de combate, como un enfoque estructurado para establecer fortalezas, debilidades y áreas de oportunidad. Por favor, no vaya a usted a confundir esta herramienta con el manido FODA (Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas), puesto que son tan diferentes como pueden serlo dos tipos de medicamentos.
El FODA usted puede realizarlo en abstracto, como ensayo, sin que haya tomado lugar una acción concreta para ser evaluada, mientras que para la RPA se requiere ya un resultado a analizar, y no una simple coyuntura de arranque o de inicio ante una acción.
RPA es lo que debemos hacer cuando tenemos que evaluar críticamente el desenlace de una acción colectiva relevante y está enfocado en cuatro preguntas críticas:
- ¿Qué se esperaba que ocurriera?
- ¿Qué ocurrió realmente?
- ¿Qué cosas salieron bien y por qué?
- ¿Cuáles cosas pueden ser mejoradas y cómo?
Sus características son:
- Una discusión honesta y profesional
- Participación de todos y cada uno de los miembros del equipo
- Enfoque en los resultados de un evento o proyecto
- Identificación de formas o maneras para sostener lo que salió bien
- Desarrollar recomendaciones sobre las maneras para superar obstáculos
Esta formidable herramienta puede ser usada para cuando recién haya terminado un proyecto, un programa o una iniciativa para la que se requiera analizar minuciosamente los resultados.
También puede ser aprovechada para aplicarse con menor estructura o formalidad a la mitad de ruta de un proyecto, para el beneficio del equipo o fuerza de tarea, si según las expectativas del grupo éste no está logrando progresos tangibles.
Idealmente, las RPA de proyectos o iniciativas críticas debieran ser conducidas formalmente por un facilitador externo. En aquellas que puedan ser espontáneas o informales, bastará con designar a alguien que tenga independencia y balance en efectuar este proceso, sin tomar partido con aquellas gerencias que puedan tener una influencia determinante.
El tiempo de la sesión puede tomar entre una o dos horas para casos formales, mientras que, para análisis menos trascendentales, pudieran bastar con 15-20 minutos de tiempo colectivo. Hay que tener siempre en mente que lo que se busca es identificar barreras al progreso y formular las estrategias correspondientes para superarlas o derribarlas.
El punto principal no es usar esta metodología sin un propósito, o que se invierta un tiempo sin obtener resultados al ejecutar este proceso, sino que se convierta en un recurso práctico estandarizado para que los resultados obtenidos tengan un análisis correcto.
Frecuentemente, el análisis de los resultados -buenos o malos- tienden a esconderse; los primeros, por legítima o por falsa modestia; los últimos, por vergüenza y prisa por dejar que se los lleve el olvido o la misericordia. Si el proyecto, tarea o iniciativa son suficientemente importantes, hacer la RPA debe ser una regla cardinal, sin excepciones.
*El autor es consultor y capacitador empresarial
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