El politólogo José Antonio Peraza reflexionó este martes sobre la construcción de “nuevos valores, para una verdadera práctica democrática” en la VIII Cátedra Alejandro Serrano Caldera, llevada a cabo en el Centro Cultural Pablo Antonio Cuadra.
Peraza construyó sus argumentos y reflexiones no solo con base en la obra de Serrano Caldera, sino también en la obra Post Sandinismo, de Andrés Pérez Baltodano, de quien recordó “tuvo la brillante idea de sugerir una cátedra para conocer y difundir la obra del doctor Serrano Caldera”.
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Con base en la realidad política del país, particularmente entre sandinistas y antisandinistas, Peraza valoró que “la lucha política es vista y asumida como una lucha entre el bien y el mal”.
“No se ve ningún deseo de superar el dolor que ha dejado la muerte o los agravios recibidos. No hay ninguna intención de comprender por qué el otro actúa de la forma en que lo hace. Se descalifica al adversario que se ve como un enemigo a vencer y a humillar”.
Bicicleta estacionaria
Peraza agregó que “la experiencia histórica muestra que la solución de cambiar de políticos y gobernantes nos ha llevado a quedar atrapados en la maldición de Sísifo: repetir, repetir, una y otra vez, la maldición de cargar la pesada y dura piedra para lanzarla una y otra vez al precipicio, lo que Peraza sintetiza con “la visión del doctor Serrano Caldera de ver a Nicaragua como una bicicleta estacionaria”.
“A la libertad por la Universidad”
Eduardo Solórzano Cuadra, economista e investigador, también participó como expositor en la VIII Cátedra Alejandro Serrano Caldera.
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Solórzano recordó al inició de su discurso su época de estudiante, cuando conoció al doctor Serrano Caldera.
Añoró particularmente “el debate fogoso de los jóvenes universitarios escuchando los diferentes puntos de vista y representando ideologías diferentes”.
“Había tolerancia y respeto a la diversidad de pensamiento y opiniones, esa fue la situación en que estaba la UNAN, un poco antes del terremoto de 1972. Se permitía la Diversidad sin la Uniformidad”.