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Yanquis y Boston

Edgard Rodríguez C.

Zona de Strikes: Demasiada emoción junta en segundo juego del clásico

Emoción en cantidades industriales en el segundo duelo de la Serie Mundial, gracias al bateo de largo metraje de Dodgers y Astros

La historia de las Series Mundiales está matizada por memorables batazos que no pueden ser devorados por el olvido y que lejos de perder brillo, parecen volverse más actuales con el paso del tiempo.

Desde e l jonrón de Tommy Henrich de los Yanquis ante los Dodgers en 1949, pasando por el estacazo de Bill Mazeroski de los Piratas contra los Yanquis en 1960, hasta llegar luego al legendario tablazo de Kirk Gibson de los Dodgers ante los Atléticos en 1988, la emoción provocada ha sido enorme.

Hay incluso, batazos espectaculares como el de Joe Carter en 1993 por los Azulejos contra los Filis, el de Kirby Puckett por los Mellizos ante Atlanta en 1991 o el de Scott Podsednik por Chicago ante Houston en 2015.

No obstante, nunca se había visto un racimo de jonrones (ocho) como los disparados por los Dodgers y los Astros el pasado miércoles en el Dodger Stadium, escenario que fue convertido en una plataforma de lanzamiento.

Y eso por supuesto, provocó un cúmulo de emociones, capaces de estremecer al más indiferente de los aficionados. Fue una montaña rusa emocional, con los dos equipos sacando a relucir la potencia de sus bates.

Quizá lo más dramático, es que cinco de los ochos jonrones conectados en el partido, fueron en extrainnings. Y cuando los Dodgers parecían seguros de ganar, los Astros golpearon con fuerza. Los Dodgers ripostaron y los Astros dieron el puntillazo final en 11 entradas.

Fue un partido digno de una Serie Mundial, dominado en su primera parte por los lanzadores y cuando la angustia asomaba, los bateadores se hicieron cargo, sin importar quién estaba en la colina.

Al final, el jonrón de George Springer fue el decisivo, pero es más probable que en el futuro recordemos toda la explosión en su conjunto y no necesariamente ese batazo, que llegó después de otros palos muy valiosos como los de Marwin González, José Altuve y Carlos Correa.

Los Dodgers tronaron a través de Joc Pederson, Corey Seager, Yasiel Puig y el sorprendente Charlie Culberson, para redondear el total de ocho trancazos en conjunto, que constituye un récord.

Ahora se reanuda la Serie Mundial en Houston y después de lo visto el miércoles, uno cree que habrá muchas emociones más en la reserva, a pesar de la enorme muestra en Los Ángeles, donde se pasó de un drama a otro.

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