Fui invitado a la inauguración del nuevo edificio del Registro Público de la Propiedad Inmueble, Mercantil y de Garantías Mobiliarias y me impresionó el ajuste del diseño arquitectónico a las necesidades materiales que demanda la actividad de dicha institución.
Ningún beneficio reportaría ese edificio a la seguridad jurídica de las transacciones civiles y mercantiles que están resguardadas dentro de sus cuatro paredes si no se cuenta con el elemento humano necesario, capaz y dispuesto para que las funciones registrales se efectúen con diligencia, eficiencia y transparencia.
La Comisión Especial de Registros Públicos presidida por la doctora Alba Luz Ramos, la doctora Maritza Halleslevens, directora nacional de Registros, la doctora Clara Cruz, del Registro Público de Managua y todo el personal que se desempeña en el mismo, han efectuado una enorme labor para brindarnos hoy día un Registro Público, moderno, eficiente, transparente, con procesos expeditos y uno de los pocos lugares donde los funcionarios, comprenden el concepto de servir al público.
Todo el personal, desde el más alto hasta el más bajo, está con sus puertas abiertas, listo a cooperar en los trámites que demanden los usuarios de los servicios registrales.
De estos funcionarios registrales deben aprender algo todos aquellos directores de direcciones, invisibles e inaccesibles al público, encerrados en su despacho en claro menosprecio al ciudadano que necesita de sus servicios y olvidando sus obligaciones por el pueblo.
Obligaciones que su única recompensa como servidores públicos será además del lánguido salario, quizás una medalla, un discurso de agradecimiento por el deber cumplido y una vida llena de mediocridad económica si ejerció su función con honradez a como están obligados. En el “paisito”, para muchos un cargo público es haberse sacado la lotería.
Pero volviendo al tema del Registro Público, la inauguración no fue amenizada por el presidente de la República, ya que envió a un delegado y la inauguración del nuevo estadio de beisbol —que fue ese mismo día— opacó la del Registro, noticia que salió al día siguiente en los medios escritos como información de cuarta categoría. Tuvo mayor cobertura por estos medios el triunfo de ese día de los Dodgers sobre los Cubs.
El Registro Público es uno de los pilares de la seguridad jurídica del país y el mismo contribuye a su desarrollo económico, pues todo aquel que desea invertir arriesgando capital, hay dos cosas que desea le garanticen: la seguridad ciudadana que brinda la Policía Nacional y la seguridad que brinda el Registro Público, pues es este el único que puede garantizar las transacciones de compra-venta de bienes inmuebles, las transacciones de las sociedades mercantiles y hoy día hasta las de los bienes muebles, dada la creación del Registro Público de Garantías Mobiliarias.
El Registro Mercantil es el que puede decirnos si las sociedades mercantiles con las que vamos a negociar fueron debidamente constituidas, están inscritas, facultades de los miembros de sus Juntas Directivas, están vigentes dichas Juntas, quiénes son sus socios fundadores, hay nuevos socios, etc.
El Registro de Garantías Mobiliarias nos dará información sobre las garantías constituidas sobre bienes muebles como motocicletas, carros, refrigeradoras, títulos valores, documentos transmisibles por endoso, carteras de crédito, facturas cambiarias y sobre todo, la prelación o mejor derecho sobre la garantía otorgada, gozando de preferencia o prioridad en el pago desde el momento de su publicidad. Y todo lo anterior a partir del 26 de este mes, “online”.
“Al César lo que es del César”. Sin intentos de adulación alguna, “virtud” que no ostento, hay que reconocer que en este tema de Registro Público, los funcionarios de dicha institución y nuestra Corte Suprema de Justicia se han apuntado un “hit”.
El autor es abogado.