En Masaya es conocido como el alcalde que monta caballos de raza en las hípicas y se conduce en una camioneta Mercedes Benz, casi no se le mira andar a pie. Los inicios en la política del actual alcalde orteguista de Masaya, Orlando Noguera Vega, de 68 años, de oficio ingeniero electromecánico, según sus cercanos están en el liberalismo.
Incluso refieren que los sandinistas lo buscaban para asesinarlo porque le identificaban como somocista en 1979.
Noguera trabajó en la Empresa Nicaragüense de Electricidad (Enel) y según algunos de sus cercanos, a través de un amigo de infancia pudo ingresar a la Convergencia Nacional, organización política aliada al Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).
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Actualmente Noguera maneja los hilos del partido y la administración edilicia sandinista con mano dura desde el 2005 cuando resultó electo alcalde hasta 2008, luego de 2009 a 2012 como secretario político departamental. Y en 2013 nuevamente como alcalde de la ciudad de Masaya hasta la fecha.
Para estas próximas elecciones municipales, cuestionadas por diferentes sectores de la sociedad civil, fue “bendecido” por la pareja presidencial para ser el candidato a alcalde del FSLN por tercera vez en Masaya, ante el férreo rechazo de sus bases, además de diferentes sectores de la población, porque su gestión administrativa ha sido duramente cuestionada, por no ser amante del diálogo.
No es sandinista
Everth Morales, actual militante sandinista y miembro de la cooperativa de transporte urbano “Germán Pomares Ordóñez”, aseguró que Noguera nunca ha sido sandinista. “Las bases rechazan su candidatura porque en este segundo periodo fue un fracaso total, aunque no podemos negar que su primer periodo fue muy bueno, porque había una comunicación más abierta con todos los sectores, sin embargo eso se perdió en este periodo, y si la gente se pronunció (en rechazo) es porque no es miope”, añadió.
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Concejales opositores han denunciado públicamente los desaciertos que ha tenido Noguera durante esta administración, como las obras colapsadas y que las empresas constructoras no fueron ejecutadas a través de sus fianzas, además exclusiones de procedimientos, proyectos sin licitar, caminos rurales sin mantenimiento, el caos en la terminal de buses del mercado municipal Ernesto Fernández de la ciudad y el incumplimiento del contrato de arriendo de los comerciantes de esta populoso centro de compras.
Este último caso fue emblemático porque miles de comerciantes marcharon a inicios de mayo de 2017 hasta la capital para que el secretario general de la alcaldía de Managua, Fidel Moreno, les resolviera sus problemas, como efectivamente sucedió al desautorizar a Noguera.
Gestión cuestionada
Sergio Rosales, concejal del PLI en Masaya, asegura que Noguera no es accesible y que no rinde informes trimestrales a los que están obligados todos los alcaldes. “Las licitaciones se hacen con un grupo de personas afines a él y excluye a las personas que podemos detectar alguna anomalía”.
Agrega Rosales, que “aquí ha habido empresas de maletín que no tiene ni una máquina y les adjudican hasta tres proyectos. Es una sola corrupción porque tenemos información que hay empresas (constructoras) que ni siquiera tienen sus documentos en regla y para rematar cuando las obras colapsan no se ejecutan los vicios ocultos, todo queda en la impunidad. Noguera debería de responder ante la justicia porque él es el administrador de los bienes del pueblo”.
“En esta campaña usó el personal y vehículos municipales, en un claro abuso. Pero al mirar el rechazo de la gente, ya no volvió a verse por las calles, porque en algunos lugares lo insultaron con palabras vulgares, hasta le lanzaron objetos y le reclamaron por incumplimientos. Creo que se va a llevar una sorpresa porque la población lo rechaza. Él ha sido un funcionario inepto, mal administrador y no se relaciona con el pueblo. Y si el Consejo Supremo Electoral (CSE), designa como alcalde a Noguera, será más de lo mismo porque va a llegar a abusar del poder que le asignen”, refirió Rosales.
Sin autonomía
Según el sociólogo Cirilo Otero, la administración de Noguera ha perdido la autonomía municipal por enfocarse en obedecer a su partido.
“De ninguna manera les interesa resolver responsablemente los escollos de la población. Lo más triste es que esa población desinformada no mira, no percibe la administración vacía que tienen en su localidad. Pero, poco a poco se irá cambiando este actuar de la ciudadanía, en la medida que se logre llegar con información comparativa y veraz del impacto de la administración local y nacional”, consideró Otero.
El poder político de Noguera fue demostrado al extremo que actualmente no cuenta con vicealcalde, porque quien ocupaba ese cargo era Jacaranda Fernández, quien según fuentes cercanas a la municipalidad, fue destituida como parte de una tercia política que mantiene con Noguera, quien anualmente administra unos 320 millones de córdobas, y devenga un salario que ronda los cien mil córdobas mensuales.
