El Tribunal Constitucional de España suspendió este martes la votación de independencia celebrada el pasado viernes en el ahora disuelto parlamento de Cataluña mientras estudia la legalidad del proceso.
El fallo responde a la apelación presentada ante el alto tribunal por los legisladores catalanes contrarios a la votación. La declaración de independencia, que fue boicoteada por la oposición en la cámara, fue aprobada con 70 votos a favor y 10 en contra. El parlamento de Cataluña tiene 135 escaños.
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Según la Constitución Española, aprobada en 1978, la unidad del país es “indisoluble”. En base a esto, el tribunal se pronunció en contra de cualquier iniciativa en favor de la secesión de la región nororiental.
El depuesto presidente de Cataluña, Carles Puigdemont, dijo que regresará a la región “inmediatamente” si se garantiza un proceso judicial justo en España. La fiscalía española anunció el lunes querellas por rebelión, sedición y malversación contra los miembros del destituido ejecutivo, entre los que está Puigdemont, y de la mesa del parlamento catalán tras declarar la independencia.
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Puigdemont viajó a Bruselas el lunes. Preguntado por reporteros sobre la duración de su estancia en la capital belga, el político dijo: “Tanto como consideremos (oportuno). La situación se está desarrollando día a día. Aquí tenemos mejores garantías para nuestros derechos y podemos cumplir nuestras obligaciones desde aquí”. “Si nos pueden garantizar a todos, y a mí en particular, un proceso justo, independiente, con la separación de poderes que tenemos en la mayoría de las naciones europeas (…) si nos garantizan esto, regresaremos inmediatamente”, apuntó.
No busca asilo político
El expresidente catalán aclaró este mismo martes que no está en Bélgica para pedir asilo político, como se había especulado, sino por razones de seguridad, y que no eludirá un eventual juicio por rebelión.
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“No estoy aquí para pedir asilo político”, sino “para poder reaccionar con libertad y seguridad”, dijo Puigdemont en conferencia de prensa, cuatro días después de proclamar la independencia y al día siguiente de que la fiscalía española anunciara que lo demandará por rebelión y sedición, lo que podría acarrearle 30 años de cárcel.
Además, el expresidente de la generalitat no aclaró cuál será su futuro inmediato. “Estamos aquí en perfecta legalidad y sin incumplir nada, por tanto no nos hemos tenido que esconder de nada”, dijo Puigdemont, quien agregó que no sabe cuánto tiempo pasará en Bélgica, ya que “depende de las circunstancias”.
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Puigdemont también dijo que el Gobierno catalán decidió dar prioridad a la “seguridad, la prudencia y la moderación”. “Ante unos datos contrastados que indicaban que el Gobierno español planteaba una ofensiva altamente agresiva y sin precedente contra el pueblo de Cataluña y funcionarios que se mantuvieran fieles al Gobierno legítimo (…) el viernes acordamos que el Gobierno priorizaría la prudencia, la seguridad y la moderación”, dijo Puigdemont en una rueda de prensa en Bruselas.